Bocinazos, banderas en alto, carteles y todo tipo de objeto que emitiera algún tipo de sonido fueron la constante de la caravana que recorrió todo San Martín y que, de no haber sido por el fuerte viento Sur que llegó, se habría extendido aún más. Uno de los más entusiastas era el propio intendente Cristian Andino, quien ni bien desde Buenos Aires dieron vía libre para la votación, se fue a su casa a mandar mensajes de texto. “Era una de las cábalas”, explicó después, cuando llegó de nuevo a la Plaza 25 de Mayo mientras la gente ya empezaba a festejar el triunfo. Ya más relajado después de los nervios del sábado, aseguró que mantuvo otra cábala a lo largo de todo el concurso. “Desde el principio dije que no iba a bailar en ninguna de las coreografías que tuviéramos en el concurso, porque esa era una cábala para que todo saliera bien. Y ya ven que fue como yo dije: no bailé y ganamos”, le dijo el intendente a este diario entre risas.
