La forma de identificar equipos conectados a La Red es a través del direccionamiento IP (siglas de Protocolo de Internet). La versión que se implementa hasta el día de hoy de este sistema de direccionamiento (algo así como el número de patente o de DNI de una PC en Internet) es la 4. Si bien la versión 6 ya es funcional, esta aún se está implementando en un muy bajo porcentaje.
El problema es el mismo que el de las patentes. Las direcciones IP (versión 4) son muchas, pero el número no es infinito. Algún día se agotarán. Al parecer ese día esta por llegar. Según varios expertos, el actual sistema de direcciones en Internet podría agotarse en abril de 2012, por lo que otros investigadores especulan con fusionar los dos sistemas de direcciones más usados, el IPv4 y el IPv6, para solucionar este problema.
En concreto, será el 9 de septiembre de 2011 cuando se entregará el último bloque de direcciones, compuesto por 300 millones de IP, a varias empresas para su uso y distribución. A partir de este momento, varios analistas advierten del peligro de que se gasten por completo las direcciones disponibles para Internet.
El sistema de direccionamiento IPv4, es modelo que permite 4.000 millones de direcciones IP. Por esta limitación, se tuvo que evolucionar a otro esquema, el IPv6, para seguir avanzando en el desarrollo de la Red y así poder alcanzar billones de direcciones.
¿Con la versión 6 bastará?
La versión 6 del direccionamiento IP, permite que por cada metro cuadrado del mundo existan quizá hasta 1000 direcciones de Internet. En principio parece exagerado, pero en el futuro no es descabellado pensar en robots domésticos que hagan el mantenimiento del hogar, y puedan controlarse a través de un software por Internet. Ese software podría comunicarse con cada pieza del robot, asignándole a cada una de ellas una dirección IP que la identifique.
Por otro lado, hoy en día los servidores de Internet poseen instaladas cientos de máquinas virtuales, que son “computadoras” virtualizadas para fines específicos, cada una con una dirección IP (y en menos de un metro cuadrado).
Además, teléfonos celulares, equipos portátiles y de bolsillo, hornos microondas que pueden activarse remotamente para que comiencen a cocinar la comida mientras se llega del trabajo, heladeras que permiten descargar recetas de cocina calculando lo que se puede preparar en base a lo que actualmente hay dentro de ellas y todo tipo de dispositivos espaciales colocados en “orbita” ya están necesitando direcciones IP, por lo que parece que la demanda seguirá creciendo desenfrenadamente.
