Un primer tiempo para soñar y un segundo tiempo para la pesadilla. Resumen exacto para la producción del Burrito Ariel Ortega en el segundo triunfo consecutivo de River en el Apertura que sirvió para ponerlo de líder con puntaje ideal. Orteguita fue el "titiritero" del furioso arranque millonario ante Huracán. Lúcido, vivo. Profundo. Muy metido en el juego, asistió, cambió de frente, habilitó con precisión quirúrgica a Funes Mori. Una primera parte sensacional. A lo Ortega. Como todos lo quieren ver y como el mismo se lo merece. Pero en el Burrito habitan dos Ortega y la cara oscura del jujeño ganó la luz en el complemento. Poco a poco fue perdiendo lucidez y contacto con la pelota para entrar en el terreno de los roces. Se cruzó feo un par de veces con Britez Ojeda hasta que explotó. En una jugada simple, a los 26′ del complemento, cuando ya el ex-volante de Los Andes estaba perdiendo la pelota y había ido al piso para intentar anticipar la marca de Almeyda, Orteguita decidió mal. Metió un codazo criminal que afortunadamente no le entró de lleno a Britez Ojeda. Laverni lo vio justo y decidió la expulsión. Así se fue Orteguita. Brillando en la primera parte y expulsado en el complemento. Dos en uno.
