’Algo tiene esta masa’ dijo un hombre después de probar una de las empanadas del stand de la Unión Vecinal del Barrio Jardín Policial. Y no se fue del lugar esperando que alguien le revelara el secreto. Finalmente María Castán le contó que a la masa casera le agregó un vaso de vino blanco para darle un sabor especial. La explicación fue suficiente para que la gente formara filas interminables para probar la receta. Pero no todos tuvieron suerte. A las 23.30 ya se habían vendido las 72 docenas de empanadas que prepararon en este puesto. Esto sucedió en la noche de apertura de la Fiesta de la Empanada en Rivadavia a la que concurrieron unas 4.000 personas, según la Policía.
El predio Punta de Rieles abrió sus puertas a las 19 y desde esa hora las empanadas comenzaron a causar furor. Y no sólo por su sabor. La gente se agolpó frente a cada stand para ver la agilidad de las mujeres haciendo el repulgue o la practicidad de los hombres para introducir las latas repletas de empanadas en los hornos de barro. Hasta el mismo gobernador José Luis Gioja se enganchó con el espectáculo y hasta se animó a hacer unos cuantos repulgues.
Llegó la medianoche y se terminaron las empanadas. La gente arrasó hasta con las que preparó Acela con harina especial para celíacos. Y tuvo que optar por los demás platos que se ofrecieron en el patio de comidas, desde choris hasta asado a las llamas.
La noche de apertura de la Fiesta de la Empanada se desarrolló sin ningún tipo de inconvenientes ante las miles de personas que concurrieron en familia para ver el espectáculo fuerte de la noche: el recital de Los Rancheros que también causó furor entre la gente. Hombres y mujeres cantaron cada una de las canciones románticas del grupo.
