Los aromas a comida se mezclaban en la 4ta Fiesta Provincial de la Minería que comenzó este viernes en Los Berros. El asado distraía narices mientras el humo del choripan hacía agua la boca. Las pizzas humeaban y hasta el vapor de los panchos servían de publicidad. Pero el olor a empanadas no estaba pasadas las 0 horas de ayer. Y mucho peor, tampoco estaban las empanadas. Unas 7.500 personas, 3.500 más que el año pasado se las devoraron. Fueron el plato preferido de los mineros.
La noche estrellada encontró al club Los Berros repleto. Junto a los stands de comidas casi no se podía pasar. Los que comían panchos gigantes estaban a los malabares para poder comer sin pegarle a nadie con el pancho. Los que tenían un copón de cerveza en la mano lo sorbían rápido para que los caminantes no les tocaran el brazo y volcaran cerveza al piso. "No calculamos tantos compradores y por eso nos quedamos sin empanadas", explicaba Claudia Videla, la dueña de uno de los puestos que había preparado 600. "Nosotros hicimos 2.000 y terminamos vendiendo sólo pizzas y pollo asado porque se las volaron", comentó José Luis Bermúdez, propietario de otro de los puestos.
A falta de las picudas, el asado ganó protagonismo. Las puntas de espalda a las llamas hacían detener a los transeúntes para tomarles fotos. "Traje 600 kilos de carne y los estoy asando desde las 2 de la tarde", dijo Lito Albarracín, encargado de un puesto. Y agregó "A pesar de que es la 1:30 la gente sigue pidiendo.
En cuanto a las bebidas, la cerveza fue la diva. Y lo demostraban las mesas donde los adornos eran copones vacíos y algunos medio llenos, transpirados por el calor de la noche.
Pero no solamente había puestos de comida. Había otros en los que se podían comprar desde aros hasta remeras o piedras de colores encontradas en Los Berros. También se podía patear una pelota intentando voltear 6 tarros que estaban parados en forma de pirámide. Si el pateador los tiraba a todos de un intento se llevaba una camiseta de fútbol.
Por otra parte, el público que se acercó masivamente a los stans, después se ubicó masivamente cerca del escenario cuando cantó el último grupo, La Costa.
