El comercio internacional de San Juan tiene buenas noticias y es que las exportaciones del sector tradicional, es de contemplar el oro, volvieron crecer en valor FOB. Pero los precios superaron ampliamente a los volúmenes e incluso en el algunos rubros se llegó a exportar menos pero más caro y entonces surgen cuestionamientos sobre el presente año.
U$S2.477 millones exportó en total nuestra provincia de los cuales U$S613 millones fueron de la oferta tradicional y en consecuencia conforman actualmente el 25% aproximadamente de la facturación exportadora de la provincia. La diferencia corresponde a las 114 toneladas de oro y otros metales preciosos y estratégicos remitidos al exterior.
Volviendo a las cadenas productivas el sector más dinámico fue el vitivinícola y el frutícola el año pasado, mientras el que más cayó fue el hortícola.
Entre los vientos buenos o a favor, los empresarios y profesionales del comercio exterior consultados destacaron la relación precio-calidad y la sanidad de sus productos primarios. La capacidad de los empresarios exportadores locales de adaptarse a las condiciones más adversas en aspectos productivos y de comercialización internacional y el prestigio internacional en algunos productos como el vino.
No hay políticas de comercio exterior en la provincia señalan y algunos demandan promocionar la inserción internacional de la oferta productiva regional, así como comenzar a internacionalizar empresas.
La falta de tratados de libre comercio, los impuestos a la importación y la ausencia de una agenda bianual de misiones comerciales figuran como testimonio de esta realidad.
Las crisis hídrica, de energías y combustible y la falta de mano de obra siguen ocupando un gran esfuerzo en la agenda diaria de todo exportador y ahora se suma el cambio climático.
Pero en el centro de la agenda pública empresarial sin lugar a dudas están los costos de producción. Su aumento como en caso de la mano de obra e insumos, en las distintas cadenas de elaboración, superando el 25% de aumento anual en el caso de la mano de obra y los combustibles con el 50% el año pasado, son ya un dolor de cabeza de difícil cura.
Con esta realidad los precios relativos de exportación y por un dólar sobrevaluado frente a la oferta de países competidores, cuyas monedas fueron devaluadas, la falta de competitividad internacional cada vez más evidente, el 2012 romperá todas las reglas de cálculo para poder exportar. Los números no cierran hace rato en varios rubros.
Menos volumen
El crecimiento del volumen exportado fue apenas del 4% y los comportamientos por cadenas fueron:
* Minería tradicional: exportó U$S 95 millones en valor FOB, creció un 28,7% en facturación y un 5% en volumen
* El sector olivícola facturó U$S 22,6 millones en valor FOB, es decir, un 22% más, pero sólo un 1,4% en toneladas.
* U$S 304 millones vendió el sector vitivinícola, creciendo un 31% en U$S y un 26% en volúmenes generales. Fue el sector más dinámico.
* Las frutas crecieron un 23% en U$S al vender unos 4,7 millones mientras volumen cayó un 13% aproximadamente.
* El resto de las exportaciones cayeron un 5,7% en volúmenes exportados, pero aumentó un casi un 18% su facturación al llegar a casi U$S 109 millones de valor FOB.
Existe una gran incertidumbre en torno a la uva de mesa para la próxima campaña en virtud de los quebrantos generalizados que hubo en los mercados internacionales. Es que fue un año malo para la mayoría de las frutas y hortalizas en los mercados internacionales. El año 2012 presenta nuevos y exigentes desafíos para los hombres y mujeres del comercio internacional sanjuanino, donde la falta de competitividad en los mercados es el principal reto.
