El soldado colombiano Josué Daniel Calvo, quien fuera el rehén más joven de la guerrilla colombiana, fue liberado ayer por los rebeldes de las FARC en la primera fase de una operación humanitaria que culminará mañana con la entrega del sargento Pablo Emilio Moncayo, después de más de doce años de cautiverio.
La operación se desarrolló tal como estaba previsto, salvo por un retraso de dos horas en la partida de los helicópteros brasileños que recogieron a Calvo en un lugar no revelado del centro de Colombia, a causa de la lluvia.
Así, poco después de las 13.00, (15.00 de Argentina) Calvo pudo reencontrarse con su familia en el aeropuerto de Villavicencio (centro del país), donde fue recibido con flores y cantos por un grupo de personas. El soldado de 22 años se mostró sonriente y parecía en buen estado de salud, salvo una renguera en una pierna, fruto de una herida que sufrió en los combates previos a su captura.
