Buenos Aires.- 11 años pasaron de la peor tragedia no natural del país y la herida aún no cierra. Las imágenes de aquel 30 de diciembre del 2004 son terribles: 194 muertos, 1.432 heridos, familias destruidas y 17 sobrevivientes que luego se quitaron la vida. Cromañón marcó un antes y después en la vida nocturna de la Argentina.
Aquella noche, el show de Callejeros recién comenzaba, minutos antes Omar Chabán, responsable del boliche, había avisado del peligro que significaba encender bengalas dentro del lugar que supo ser el templo de las bandas de rock.
Un espectador hizo oídos sordos, prendió una bengala e incendió la malla media sobra que recubría el techo. Segundos después sobrevino la tragedia.
Puertas de seguridad cerradas con candado, cuerpos apilados en la vereda, chicos desorientados y ambulancias que no daban abasto.
Tras la locura, las corridas y el horror llegó el manoseo político y judicial. Aníbal Fernández, por entonces Jefe de Gobierno, fue destituido.
En el juicio iniciado posteriormente, se declararon culpables a los miembros de Callejeros, Patricio Fontanet, Eduardo Vázquez, Juan Alberto Carbone, Christian Torrejón, Maximiliano Djerfy y Elio Delgado; el manager de la banda, Diego Argañaraz, al responsable del boliche, Omar Chabán, y a los funcionarios Gustavo Torres, Fabiana Fiszbin y Ana Fernández. Todos ellos debían cumplir una pena de prisión.
la justicia resolvió concederles la libertad a los miembros de Callejeros, exceptuando a Eduardo Vázquez que debe cumplir con una pena por haber asesinado a su esposa. Por su parte, Omar Chabán también quedó libre, pero falleció en noviembre del 2014 por una enfermedad terminal.
Los familiares de las víctimas siguen buscando justicia y construyeron un santuario en el lugar. Allí hay pertenencias de los que perdieron la vida en Cromañón, murales y fotos. Lo más característico son las zapatillas de las víctimas colgadas en un cable.
Hoy, como hace 11 años, familiares y sobrevivientes saldrán a la calle para recordar a las 194 víctimas.
