*Duplica de 95 a 190 los llamados Equipos de Reforzamiento de la Seguridad Fronteriza (BEST, en inglés), que incorpora agentes locales, estatales, federales y de inteligencia de ambos países. Esta medida tiene un costo de 5,7 millones de dólares.

*Triplica el número de agentes de inteligencia en el lado suroeste de la frontera, a un costo de 3,3 millones de dólares.

*Incrementa en un 50 por ciento, de 24 a 36, el número de agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) en México, en particular en Ciudad Juárez y Hermosillo, a un costo de 650.000 dólares.

*Inspección del 100% de los cargamentos ferroviarios con destino a México con equipos “no intrusivos” de alta tecnología.

*Fortalece el uso de alta tecnología en los puertos de entrada, incluyendo unidades móviles de rayos X. También prevé la instalación de equipos para la lectura de las placas de automóviles en 52 de los 100 carriles de salida, por un costo de 13 millones de dólares.

*Envío de otros 100 agentes de la Patrulla Fronteriza al lado suroeste de la frontera y de 12 nuevos equipos caninos para detectar armas y cargamentos de dinero en efectivo.

*Envío de un centenar de agentes de la Oficina para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) al suroeste de EE.UU. en los próximos 45 días, así como de otros 16 de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) en la zona.

*La creación de otros cuatro “Equipos de Reforzamiento Móvil” (METs, por sus siglas en inglés) para combatir el tráfico de metanfetaminas tanto en la frontera como al interior de EEUU.

*La creación del “Grupo de Inteligencia para el Suroeste” (SWIG, por sus siglas en inglés), un centro de información sobre todas las actividades de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que involucran a México.

*Reforzamiento de las actividades del Departamento del Tesoro de EE.UU para combatir el lavado de dinero y ayudar a México con los análisis e investigaciones financieras.