Hoy el sexo y la sexualidad han vuelto a ocupar un lugar de prioridad en la subjetividad y en la vida de relación de pareja. Se sabe más, se difunde, se escucha, se comparte y sobre todo, se busca lograr mejorar. ¿Conoces de qué se trata el sexo karezza, gourmet o quickie? Seguí leyendo y entérate de todos los tipos de prácticas sexuales que podes comenzar a incorporar para reavivar la pasión con tu pareja.
Sexo Outdoor
Consiste en salir de nuestras cuatro paredes y tener sexo al aire libre, aunque sea en el jardín de casa. Según especialistas en sexología, “es muy placentero, tanto de día como de noche. Se convierte en fuente de goce por la amplitud del espacio, la vivencia de libertad y las sensaciones que provocan los estímulos naturales cuando actúan sobre los cuerpos desnudos”.
Lugares poco convencionales son los ‘ideales’ para la práctica del sexo outdoor.
Sexo Karezza
El término proviene del italiano “carezza”, que significa caricia. Y de eso se trata: de tener relaciones de una forma cariñosa y suave privilegiando el placer por sobre el clímax. Para ponerlo en práctica, sonreí manteniendo el contacto visual, miralo fijamente a los ojos lo más posible, sincronicen la respiración, agárrense y tóquense mutuamente (por lo menos veinte minutos), colocá suavemente la mano en sus genitales, emití sonidos de satisfacción o placer (pero no palabras), acariciá, abrazá, masajeá y poné el oído en la zona del corazón de tu pareja para escuchar sus latidos.
Sexo Quickie
Es un “rapidito”, sin preparativos y con la ropa semi puesta. ¿El lugar? Para las parejas más clásicas, las distintas habitaciones de la casa, el auto o el baño de un bar. Si son más arriesgados, las posibilidades aumentan: el ascensor, las escaleras o los pasillos del edificio, la última fila del cine y, el mejor de todos, el probador de un local de ropa. ¿El momento? Como corresponde, cuanto menos planeado más efectivo. ¿Las reglas? Discreción por sobre todas las cosas: acá no valen los jadeos, los gemidos o los gritos. Disfrutar en silencio, es parte del encanto.
Sexo acuático
“El baño es un complemento ideal en la pareja. Los sexólogos recomendamos este juego para darle primacía al erotismo”, cuenta la licenciada Sandra Lustgarten, psicóloga y sexóloga. Puede ser de inmersión (ideal para hacerse caricias, porque los músculos logran relajarse y la textura de la piel está suave al tacto) o en la ducha (en los sex shops venden manijas que se colocan en la pared para facilitar las posturas sexuales). “Es delicado colocar el preservativo en ese momento”, reconoce Sandra. Por eso, recomienda extremar los cuidados.
Role-playing
El cambio de roles es muy divertido y consiste, básicamente, en jugar a ser otros. La idea es transformarse en médicos, electricistas, cowboys, maestros, policías, strippers… o lo que su imaginación les ofrezca. Permite a ambos tener esa emoción de “estar con otra persona”. ¿Cómo arrancar? Simulá que no lo conocés, preguntale quién es y dale lugar para que invente su propio personaje.
Sexo Gourmet
El sexo gourmet puede romper esa monotonía que sin darnos cuenta puede invadir el dormitorio. Se trata de una tendencia que combina comidas exóticas y afrodisíacas con un encuentro sexual. Miel, chocolate, son válidas todas las comidas donde se utilicen los dedos, se incluyan alimentos coloridos y que se puedan compartir tendrán mayores chances de lograr cierto clímax… ¡todo vale para dar placer y recibirlo!
Sexing o Fitness erótico
Muchos afirman que los beneficios del sexo para la salud se pueden comparar con asistir frecuentemente al gimnasio. Besar quema de 120 a 135 calorías por hora (2 a 5 calorías por minuto), lo que significa que si se besa durante 20 minutos todos los días en un año, se habrán quemado 36.500 calorías y se habrá perdido 5 kilos. El juego previo ayuda a gastar 25 calorías, por lo tanto, cuanto más se prolongue mayor será el gasto calórico. Durante el acto sexual se queman de 50 a 100 calorías en promedio. En cada orgasmo se eliminan entre 60 y 100 calorías.
Sexo Voyeur
Es encontrar la satisfacción o el placer sexual observando la intimidad de los otros. “En el ámbito terapéutico, muchas veces los especialistas fomentamos el voyeurismo cuando invitamos a observar la sexualidad ajena, como en el caso de mirar videos que muestran escenas sexuales que sirven como estimuladores del deseo o como modelo de aprendizaje y de evaluación de la propia sexualidad”, explicó Sandra Lustgarten, psicóloga y sexóloga.
Sexo Exhibicionista
Es la contracara del voyeurismo y consiste en mostrarnos con la intención (o la fantasía) de que alguien nos vea. Sin caer en extremos podemos, por ejemplo, dejar una ventana entreabierta o tener un encuentro fogozo en el auto, para vivir la sensación de riesgo. “Muchas escenas son verdaderos estímulos a la hora de tener sexo. No estoy en contra de estos estímulos que enriquecen y son motivadores del deseo, pero creo que todo debe darse dentro de los cánones -en cierto modo- lógicos, sin exponer los aspectos vulnerables o susceptibles de los otros”, señaló Lustgarten.
Sexo Tántrico
“Con la práctica del tantra se busca disfrutar con todo el cuerpo, disfrutar con cada poro, con cada caricia”, explican en Escuelatantrica.com. Cuanto menos, mejor: los seguidores del tantra recomiendan hacer el amor una sola vez al mes para acumular energía sexual. Los encuentros son sin sexo genital y sin eyaculación. La base está en los preparativos, el poder de la mirada, las caricias, los masajes y en el control de la respiración. Y, por último, un largo y profundo orgasmo, que no es el final de la fiesta sino el principio de la celebración.
Fuente: ELSOL
