Es dueño de un gran talento dentro de la cancha pero Luis Argumosa tiene otras virtudes que destacan su personalidad. Comenzó desde pequeño en las Inferiores de Desamparados y resultó clave en el reciente ascenso conseguido al Federal ‘A’ con el club de sus amores. Dice que las oportunidades en la vida deben aprovecharse y más cuando se hacen con sacrificio, como el que tuvo que realizar él para llegar a ser futbolista. -¿Cómo llegaste a Desamparados?
-Después de pasar por Colón, a los 11 me fui a probar a Sportivo y quedé. Siempre fui hincha. Yo pensaba que nunca iba a tener chance de estar ahí, mucho menos me hubiese imaginado ascender con el club de mis amores, todavía me cuesta entenderlo.
-¿Fue el sueño del pibe ese ascenso?
-Sin dudas. Fue lo que quise desde chico. Y más porque el club estaba obligado a subir y poder hacerlo como hincha y jugando, no tiene precio y más por el sacrificio que hice para seguir en el fútbol.
-¿Sufriste demasiado?
-Sí. Mi mamá (Verónica) es madre soltera entonces vivíamos con mi abuela Matilde -falleció hace una semanas- en la Villa Lourdes, y mis padrinos Carlos y Graciela. Ellos son pilares muy importantes para mí, porque hacían hasta lo imposible para que yo tuviera las cosas para entrenar. Me llevaban en bicicleta al club, esos recuerdos se me vinieron a la cabeza el día del ascenso. También me acordé cuando tenía que trabajar en la construcción con mi tío.
-Pero a tu abuela le pudiste regalar un ascenso en vida… -Sí, aunque me queda una espina por no poderle devolver todo lo que me brindó. Ella era mi guía de la vida. No me iba a ver muy seguido porque sufría mucho cuando me pegaban una patada o algo así.
-Y en los estudios, ¿cómo andabas?
-Mi mamá me los ponía como prioridad. Y gracias a Dios terminé la Secundaria bien a pesar que desde chico llegaba de la escuela y tenía los botines puestos para irme a jugar. Al fútbol siempre le di más importancia pero sabía que tenía que cumplir con mi mamá, entonces no descuidaba los estudios. No era de los que me llevaba materias a fin de año. -¿Hacés un balance de todo lo que conseguiste a tus 21 años?
-Sí, pero no me quedo con eso. Mi objetivo es seguir creciendo y aprovechar el momento que me da el fútbol. Las oportunidades se dan una sola vez y hay que aprovecharlas. -¿Es difícil vivir del fútbol?
-Sí, obvio, uno siempre sueña vivir del fútbol, pero hay que poner los pies sobre la tierra porque uno nunca sabe lo que puede pasar el día de mañana. Hay que darle importancia a cada momento de la vida. Mi meta es seguir disfrutando del fútbol y si vienen éxitos en el fútbol, bienvenido sea.
