�Desde el 11-S, para entrar a la cabina hay que hacer sonar un timbre. El comandante o el copiloto verifican con una cámara instalada fuera que ‘no hay nada extraño y accionan un interruptor para abrir la puerta‘, según la fuente.
‘Si se hacen varias llamadas y en la cabina no contestan al código de aviso, se puede introducir un código de emergencia y a los 30 segundos se abre la puerta automáticamente. Pero en la cabina pueden bloquear ese código‘ de forma que nadie puede abrir la puerta y acceder al ’cockpit’‘, agregó el comandante retirado.
El interruptor tiene tres posiciones (neutral, abrir, bloquear) y el piloto y copiloto tienen ‘control absoluto‘ porque ‘no hay una apertura por control remoto‘.
‘El comandante y el copiloto, que disponen de una cámara en la puerta que enfoca hacia fuera, son quienes autorizan la entrada en la cabina. Si estos bloquean la puerta, nadie desde fuera del avión puede desbloquearla, ni el fabricante ni la aerolínea‘, confirmó a Efe un antiguo ingeniero aeronáutico de Airbus.