La introducción de las nuevas tecnologías en la enseñanza y el aprendizaje en nuestro país ingresó en una nueva edición, tras los anuncios de la Nación y otras jurisdicciones de equipar a escuelas con computadoras, softwares y conectividad, experiencias que se desconoce si lograrán superar las características de las políticas educativas argentinas marcadas por la discontinuidad y la desarticulación entre distritos.
Uno de los nuevos esfuerzos, por estos días, de introducir las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a las escuelas a nivel nacional fue el programa "Un alumno, una computadora", que presentó el Ministerio de Educación de Nación y que contempla la entrega de 250 mil netbooks a estudiantes de escuelas técnicas y agrarias de todo el país, que podrán llevarse la máquina en comodato a sus casas, a la vez que la capacitación docente estará a cargo de la empresa proveedora del servidor.
En la ciudad de Buenos Aires se presentó hace menos de una semana el Plan Informático Educativo para equipar a los estudiantes y docentes de escuelas primarias estatales con computadoras portátiles de bajo rendimiento y capacitación, entrega que comenzará a disponerse en barrios humildes del Sur porteño.
Inspirado en el uruguayo "Plan Ceibal", el ministro de Educación porteño Esteban Bullrich destacó que "la intención es abarcar a todas las escuelas, instituciones con aportes estatales a las que asisten chicos de villa. "A las escuelas privadas que cobran una cuota mensual le vamos a ofrecer un plan de financiamiento especial", determinó el funcionario, y agregó que el proyecto capacitará a "14 mil docentes y dará conectividad que incluye a la familia, porque los chicos se pueden llevar las computadoras a sus domicilios".
De estas políticas públicas de introducción de TIC en las escuelas, entre otras características, puede saberse que a nivel nacional la capacitación docente estará a cargo de la empresa proveedora de los servidores y en el caso de la Ciudad a cargo del propio gobierno porteño.
A ello se suma la experiencia de San Luis -implementada hace más de un año- "Todos los Chicos en la Red", que impulsa la Universidad de La Punta, que monitorea y apunta a la entrega en comodato de laptops económicas a escuelas de la periferia provincial para que se trabaje durante la primaria con ellas y luego sean devueltas. En la actualidad se incorporó en clase la novedosa "pizarra digital", un cañón que permite proyectar todo tipo de imágenes interactivas.
La rectora de la ULP, Alicia Bañuelos, que lidera el "1 a 1", una computadora por alumnos, destacó que esas escuelas que incorporaron las netbooks "obtuvieron buenos resultados obtenidos por los alumnos en ciencias, matemática y lengua a partir de su inclusión al plan".
Más allá de que la Argentina tiene una alta presencia en el uso de Internet respecto a otros pases de América Latina, en lo educativo tiene una corta y fragmentada historia.
Un párrafo diferente merece esta experiencia, que a pesar de su cuestionamiento algo tardío por gobiernos y especialistas- dejó como aprendizajes según señalan hoy algunos funcionarios educativos respecto a que no se puede "tirar" las computadoras en las escuelas, sin capacitar a los docentes no en su uso técnico, sino en su aprovechamiento en alguna instancia del currículo y menos aún puede hacerse sin el financiamiento necesario para equipar establecimientos, algunos de los que hasta carecían de energía eléctrica.
