En la escuela van a cursos separados y es el único momento en que no están juntas. Luego, comparten hasta la cancha. En un caso único en la provincia, en las inferiores de la UNSJ juegan las trillizas Molina Morell. Son Lourdes, Candelaria y Valeria, quienes nacieron en ese orden y separadas por apenas 4 minutos; juegan desde los 8 años y compiten en Sub 14.
En el club les dicen Las Trilli y empezaron a jugar porque una de las chicas era compañera de la hija de una reconocida voleibolista de la U. Empezaron en mini vóley y juntas fueron aprendiendo y avanzando de categorías.
Las Trilli juegan en distintas posiciones y eso permite que no tengan que pelear el puesto entre ellas. Lourdes es central, Candelaria es receptora punta o líbero y Valeria es opuesta. Y aunque se llevan muy bien y son unidas, a veces no aguantan y se recriminan jugadas, hasta que recuerdan los consejos de su madre y todo vuelve a la normalidad en medio del fragor de un partido.
Las hermanas son extrovertidas y en la UNSJ las reconocen además como chicas de un gran corazón. Las Trilli contaron que el vóley cada vez se fue convirtiendo en parte muy importante de sus vidas, al punto que hicieron más amigas en las canchas que en la escuela.
Las chicas, que van al colegio Nuestra Señora de Tulum, quieren seguir jugando juntas y, cuando sean grandes, tratar de convertirse en las primeras trillizas en poder jugar en la primera división del club.
