No será un acto religioso más. Será una celebración especial. Hoy, que es Jueves Santo, la comunidad de Caucete será testigo de una de las acciones más emblemáticas que Jesús vivió con sus discípulos durante la Última Cena: el lavatorio de pies. Y con una particularidad ya que por primera vez esta ceremonia se realizará en una unión vecinal.
En general se hacían dentro de los templos. Será encabezada por monseñor Alfonso Delgado, en la vecinal de Villa Las Rosas, en Caucete, a partir de las 21,30.
Donde se hará el lavado de pies, es un lugar simbólico para los cauceteros que desde hace casi 30 años lo eligen como espacio de encuentro social. Allí, suelen reunirse los vecinos de tres comunas: Villa Santa Isabel, Comuna San Peña y Villa Las Rosas.
La celebración de la Misa de la Cena del Señor no tendrá un tradicional altar ya que se colocará una mesa de tres metros cuadrados, ubicada en el centro del lugar y alrededor de ésta se irá congregando la gente que quiera participar de la celebración. Las 12 personas a las que se les lavarán los pies no tendrán un lugar específico sino que estarán mezcladas entre la gente. Al cierre de esta edición, los vecinos elegidos eran Carmen Agüero, Juana Zalazar, Hipólita Fernández, América Gil, Alma Cardozo, Violeta Cuello, Rosa de Rodríguez, Ismael Camargo, Víctor Godoy y Daniel Camargo. Algunas son madres de víctimas de accidentes de tránsitos, otras son enfermos, también habrá niños, jóvenes y ancianos. Esta selección fue realizada en conjunto por los sacerdotes Ricardo Doña, que es el flamante párroco de Cristo Rey de Caucete, José Cardozo y los vecinos.
Hasta hace dos años, el lavado de los pies se realizaba en la Catedral. Pero en 2014, por decisión de monseñor Delgado, el ritual se llevó a cabo en un templo de La Bebida. Este acto de salir de los templos es en respuesta al pedido del papa Francisco que apenas iniciado su Pontificado le recordó a la Iglesia Católica que debe acercarse a la gente, sobre todo a través del lavado de los pies, ya que esto es todo un símbolo. Francisco dijo “yo estoy a tu servicio. Pues para un cristiano, el lavatorio implica: servicio, amor y humildad”.
