José Horacio Rivas es un jubilado de 64 años y ayer en la siesta fue víctima de un brutal ataque perpetrado por dos sujetos y una mujer que lo sorprendieron cuando dormía en su vivienda de Villa Obrera, Chimbas. Los malvivientes llegaron en una moto al lugar y aprovecharon que un hermano del dueño de casa dejó sin llave la puerta del frente para poder ingresar. La muchacha se quedó de campana afuera, mientras sus cómplices atacaron al hombre a patadas. Luego, con una cinta lo amordazaron y lo ataron de pies y manos para seguir golpeandole la cabeza contra una pared exigiéndole dinero, contó una hija de la víctima. Finalmente, los delincuentes se llevaron $300, un casco y la moto Maverick 110cc del jubilado, aunque el rodado después fue abandonado por un desperfecto mecánico en un barrio cercano.
Eran las 14 cuando Rivas fue atacado en la casa que comparte con su hermano Rigoberto en calle Tulum 6.570, Chimbas. Miriam Rivas, hija de la víctima, contó que su tío llegó borracho a la vivienda y se olvidó de cerrar la puerta con llave. En ese momento, aparecieron los ladrones en moto. ‘Mi papá me alcanzó a contar que escuchó la voz de una mujer y se levantó de la cama a ver qué pasaba. Cuando salió de su pieza, uno de los ladrones le pegó una trompada que lo tiró y ahí le empezó a pegar patadas por todos lados’, dijo la mujer.
Rivas recibió patadas en el pecho y en la cabeza, mientras el ladrón le pedía plata. En la Policía suponen que los delincuentes buscaban el dinero de la jubilación que había cobrado el hombre y anoche no descartaban que haya un entregador. Lo cierto es que el jubilado fue atado con cinta y los malvivientes revolvieron su pieza, pero como no hallaron dinero, le siguieron pegando, contó su hija.
Los malvivientes le sacaron una billetera con $300 y trataron de llevarse su Fiat Palio, pero como no lo pudieron hacer arrancar se llevaron su moto. Sin embargo, en el barrio 17 de Octubre, Chimbas, al rodado se le salió la cadena y los ladrones lo abandonaron. Tras 20 minutos de terror, el jubilado se arrastró como pudo hacia el fondo y le pidió ayuda a una de sus hijas que vive al lado.
‘Le han aflojado los dientes a patadas, no entiendo la saña con que lo atacaron a mi papá’, comentó Miriam Rivas.
