Tan resuelta encaró Silvia Butiérrez al atacante de su hija Noemí (23) que cuando el sujeto la vio acercarse, titubeó, soltó a la joven y también el cuchillo tipo carnicero con el que ya le había dado 5 puntazos por la espalda y huyó a toda carrera. ‘Si yo no hubiera salido (estaba en el dormitorio) la mataba, la idea de él era matarla’, dijo ayer, la mujer.
Noemí Butiérrez, la víctima, ayer estaba internada con drenaje, porque dos de los puntazos afectaron su zona pulmonar, informó su mamá.
La joven es madre de 3 chicos. Dos de 6 y 4 años de una primera pareja con la que convivió en el barrio Los Médanos, en Rawson, hasta que se peleó y conoció a Pereyra, que vive en Chimbas.
Según Silvia, a Chimbas fue a parar Noemí con sus hijos y allí también tuvo su tercer hijo con Pereyra, un varón de 1 año y 8 meses. La convivencia pareció marchar por carriles normales hasta que Noemí recuperó la casa del barrio Los Médanos donde convivió con su primera pareja.
Silvia (que se separó y se fue a vivir con Noemí) precisó que ese regreso ocurrió hace dos meses y que entonces empezaron los problemas con Pereyra, quien quedó en Chimbas y al parecer comenzó a celar a Noemí.
‘Antes la había golpeado pero ella no lo denunció por miedo’, dijo la mujer.
El martes en la mañana discutieron y Noemí lo echó de la casa. Parecía un desencuentro más, pero ayer, alrededor de la 1,30, Pereyra volvió.
Noemí lo atendió en la calle y volvió a echarlo: ‘qué querés, por qué no te vas’, escuchó Silvia, cuando se asomó por la ventana y vio a Pereyra llevarse la mano a la cintura para sacar un cuchillo. Corrió desesperada en medio de insultos, aunque creía que no le haría nada. Estaba equivocada: el sujeto tomó del cabello a su hija y le asestó 5 puntazos: uno en el cuello y otros 4 en la espalda. No hubo un crimen, por muy poco.
