Thibaud Valette, de 24 años, y Jean Batrikian, de 18, se encontraban de vacaciones en la isla de Rottness y no tuvieron mejor idea que prender fuego con un lanzallamas casero a un pequeño animal que se encuentra en peligro de extinción.
Además, se filmaron mientras lo hacían y lo subieron a YouTube.
Como era de esperarse, las imágenes llegaron a las autoridades, que les aplicaron una multa de 4.000 dólares y les iniciaron un proceso penal y podrían pasar hasta cinco años en prisión.
El quokka es un pequeño marsupial, muy querido en esa región de Australia.
