Por primera vez desde que se desató el escándalo de los supuestos préstamos usurarios que afectan la situación económica de la Mutual del Personal de la UNSJ, el apoderado de la financiera SAMY SRL y dirigente basualdista, Jorge Lecich, se defendió de las acusaciones que hay en su contra. Fue a través de una presentación espontánea que hizo ante el juez de la causa, que está evaluando si lo llama a indagatoria como autor de presuntas maniobras ilícitas. A pesar de que testigos de la entidad universitaria dicen que en algunos casos el interés fue del 12 por ciento mensual, el abogado asegura que la tasa no fue más allá del 4,7 y que, en consecuencia, no es usura. Además, sostiene que las autoridades de la mutual fueron “voluntariamente” a pedir el dinero y no al revés, como lo establece el Código Penal para que se configure el delito.

El escándalo salió a la luz en noviembre, cuando los actuales directivos de la mutual denunciaron por administración fraudulenta a la anterior gestión tras detectar que recurrió a prestamistas para pedir unos 5 millones de pesos, que no registró esas operaciones en los balances y que supuestamente desvió los fondos (ver recuadro). En marzo, los mismos actores ampliaron la denuncia para que el juez Maximiliano Blejman investigue si los prestamistas se aprovecharon del deficitario estado en el que se encontraba la institución y cobraron un interés que está muy por encima de las tasas del mercado financiero, es decir si cometieron el delito de usura.

Lecich, como representante de SAMY SRL, una de las financieras que le prestó plata a la entidad universitaria, quedó en la mira y la fiscal Teresa Ravetti ya le pidió al juez que lo indague por usura. El abogado no ha querido hacer declaraciones a la prensa sobre el asunto pero, enterado del requerimiento fiscal, presentó un pedido de eximición de prisión y dio su versión de los hechos a través de un escrito.

Con el patrocino del abogado Fernando Castro, Lecich dice que tiene “las correspondientes facturas” de todos los préstamos, que por esas operaciones pagó impuestos en la AFIP y Rentas y que la empresa está autorizada a prestar dinero porque es una de las actividades que figuran en su inscripción ante el organismo recaudador nacional. Por otro lado, asegura que los intereses que cobró SAMY SRL no superaban el 4,7 por ciento mensual y que ese número “no difería sustancialmente de los fijados por las entidades bancarias para las operaciones de descuento de documento”.

La versión de las condiciones de repago contrasta con algunos datos que hay en la causa. Fuentes calificadas señalaron que de la las testimoniales tomadas hasta ahora surge que hay intereses, como mínimo, del 12 por ciento mensual, o sea más de un 140 anual.

En su relato, Lecich destaca que fue la Mutual la que “acudió voluntariamente a SAMY SRL para obtener dinero en forma inmediata”. De esta forma, intenta demostrar que no existió la “instigación” que supone la comisión del delito de usura, sino que fue una acción decidida exclusivamente por la entonces conducción de la institución que les da beneficios a los empleados universitarios.

Con el ánimo de remarcar que no tiene nada que esconder, Lecich le aportó a Blejman copia de las facturas y los cheques de pago diferido que le entregó la mutual como garantía de devolución, que entre sí suman 841.220 pesos. Fuentes vinculadas a la causa se mostraron sorprendidas por el monto, ya que indicaron que el capital social de SAMY es sólo de 10 mil pesos.

Blejman tiene que resolver ahora si llama o no a indagatoria a Lecich y a las otras dos personas que quedaron bajo la lupa por los préstamos: Juan Antonio Ortega, un empleado de la Escuela Industrial, y su hijo Joaquín. Si ve que hay justificativos para convocarlos, deberá decidir después si los procesa, los libera de toda responsabilidad o si dicta la falta de mérito.

La carrera política de Lecich pareciera estar atada al resultado del proceso. Desde el inicio de este mandato es el secretario del bloque de diputado basualdistas y si eventualmente no saliera bien parado, el propio Roberto Basualdo y otros dirigentes del partido no descartaron pedirle que dé un paso al costado.