La lectura en todas las edades es muy importante, ya que por medio de esta se proporcionan conocimientos de diferentes áreas. En la población infantil por medio de la lectura, en particular los cuentos, se ayuda al niño a que desarrolle su imaginación y creatividad. La lectura como una herramienta básica para el desarrollo de la personalidad, así como instrumento para la socialización y el éxito escolar.

Sin embargo el desarrollo de la competencia lectora no es tarea fácil, en ella intervienen factores de todo tipo: cognitivos, sensoriales, motrices, emotivos, sociales que han de conjugarse necesariamente para lograrlo. Además, el proceso de enseñanza aprendizaje requiere que todos los agentes implicados en ella especialmente los padres, madres, tutores legales… y los maestros trabajen coordinadamente. La importancia de la lectura Monereo Font (citado en Solé, 2002), doctor en psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona, menciona que la lectura es una de las actividades más frecuentes, necesarias y presentes tanto en referencia a la vida escolar como en referencia a la participación activa en nuestra comunidad.

En la actualidad vivimos en un mundo que cambia rápidamente, y por esta razón la competencia lectora se ve obligada a evolucionar al ritmo de estos cambios, tanto sociales como culturales. Para que una persona pueda comprometerse y llevar a cabo una actividad de lectura es que se sienta capaz de leer y de comprender el texto que tiene en sus manos. Otro factor importante es la motivación; la lectura ha de resultar atractiva y estimulante para el lector. Ello propiciará un aprendizaje activo y significativo.

Para lograr que los alumnos aprendan a leer y que esta lectura a su vez sea comprensiva, es uno de los objetivos de los alumnos y el maestro respecto de la lectura.

Es necesario, fomentar nuestra costumbre por la lectura día a día, ya que por medio de esta, accederemos además a poseer buena escritura, y por ende a expresar mejor nuestras ideas, proyectos, pensamientos y argumentos a la hora de manifestar nuestras inquietudes. La lectura tiene una gran importancia en el proceso de desarrollo y maduración de los niños.

Leer mejora la capacidad y el progreso lingüístico de los más pequeños. De hecho, cuanto antes se toma un libro, mejor es su habilidad en ese sentido. "La lectura permite a los niños aprender las palabras con mayor rapidez, mejora su comprensión y ejercita su cerebro para la adquisición del lenguaje, que se produce entre los 10 y los 30 meses, sea lo más rica posible”, afirma la doctora Begoña Domínguez.

Las áreas cognitivas del cerebro se estimulan con la lectura y los aspectos emocionales de nuestro desarrollo también evolucionan favorablemente con un libro entre las manos.

Fomentar el gusto por la lectura es una tarea desafiante para los adultos porque leer es un proceso complejo y por lo mismo solemos evitarlo si no adquirimos el hábito desde los primeros años de nuestras vidas. Es ahí donde el aporte de los padres o es esencial, independiente del nivel socioeconómico. Los expertos coinciden en que para formar buenos lectores, la lectura debe hacerse por placer. Cuando hay placer hay retención y aprendizaje. Se pierde el placer cuando los alumnos estudian estratégicamente para las pruebas en base a lo que serán evaluados y ello conlleva al aburrimiento y el olvido de lo leído.

Hoy podemos presentar los libros a nuestros niños desde los primeros años de vida gracias a la existencia de formatos especialmente diseñados para bebés. Familiarizar a los niños con los libros desde la primera infancia sin duda va a traer beneficios cuando ya aprendan a leer. Los expertos coinciden en que uno de los aspectos principales para el fomento lector es la influencia indirecta de los padres al tener hábitos lectores en la casa, desde leer libros a comentar las noticias del diario.

El ejemplo es siempre mucho más efectivo que una orden racional. Hay que generar un espacio con el niño aunque no existe un lugar perfecto para leer. Mirentxu Anaya dice que "más que un ambiente físico, se trata de crear un espacio sagrado frente al tema de la lectura”.