Apenas finalizado el partido en el Estadio Eden Park, de Auckland, Ledesma dijo: “Jugar en Los Pumas es algo casi patriótico, sobre todo porque cuando ganamos le permitimos una alegría a la gente. Dejamos todo para un país, tenemos la chance de darle una alegría al pueblo”.
“Si fuera por mí jugaría hasta que no me den más las piernas, pero por el respeto que les tengo a esta camiseta y a los jugadores es hora de que dé un paso al costado y que los más jóvenes sigan el legado nuestro”, aseguró sobre su retiro.
Ledesma, quien ayer salió ovacionado de la cancha cuando fue reemplazado por Agustín Creevy, indicó: “Todo lo que viva de aquí en más, después de 15 años con Los Pumas, será algo banal. No hay nada más lindo que jugar. Eso me dijeron todos los entrenadores que tuve en mi carrera y es verdad”.
Acompañado por su hermano Pedro y sus padres, el santafesino de 38 años alcanzó el récord de participaciones en un Mundial para un jugador argentino (18) y fue emblema de una generación: como antes se habían ido Agustín Pichot o Ignacio Corletto, con Ledesma se irán ahora Rodrigo Roncero y Martín Scelzo, entre otros.
“Estar jugando a mi edad un Cuarto de Final con los All Blacks, y hasta los cincuenta minutos estar cerca de dar un batacazo, es una alegría enorme. Pero pienso que nunca voy a volver a vivir este momento”, expresó el jugador (83 test con Los Pumas), surgido de Curupaytí y de un largo paso por el rugby de Francia (Narbonne, Castres y finalmente en el Clermont de París).
En cuanto a la derrota de ayer frente a Nueva Zelanda por 33 a 10, Ledesma comentó: “La verdad es que los All Blacks se ligaron un par de golpes y en el primer tiempo los sorprendimos”.
