En la casa de la calle Godoy Cruz al 1968 del Barrio Malvinas Argentina nadie durmió ayer. Es que, el “Leo”, como le dicen todos al mayor de los hijos que Fabián Tello tuvo con Petty Elizondo (fallecida) ganó el clásico “Domingo Faustino Sarmiento” y la fiesta se estiró hasta alta hora de la madrugada.
“Es un chico humilde, muy guapo y solidario”, resumieron varios de sus amigos que no se cansan de repetir como si la estuvieron viendo a la carrera en la que el, ahora ilustre, vecino condujo magistralmente al zaino Specta Cocu a la victoria.
Leonardo, un chico de barrio, amigo de sus amigos, empezó su idilio con los caballos desde que tenía 14 años. Sus tíos maternos tenían algunos que corrían cuadreras y el chiquitín comenzó a montarlos. Tranquilo, de pocas palabras. “Habla poco y nada”, cuenta su padre, Leonardo comenzó a ganar. Las victorias le abrieron las puertas a otras propuestas, como la de montar algunos pingos en competencias más largas. “Yo empecé como cuadrero, pero ahora me gusta más correr en carreras más largas”, confesó apenas terminado el “Sarmiento”, uno de los tres clásicos que ganó el domingo (NdeR: con Raise It Up ganó la Copa UTTA/OSPAT sobre 1.100 metros y con Integral Fizz el clásico de 1.400).
El barrio aflora por los poros de este gigante encerrado en envase pequeño. Cuando se lo consulta por como es su día, cuenta con naturalidad que se levanta a las 7, desayuna y luego camina las tres cuadras que lo distancian del hipódromo de Rivadavia. “Cuando llego, me tomo unos mates con los muchachos del stud y espero que los peones me vayan entregando los caballos para varearlos y hacerlos realizar la rutina de entrenamiento de cada día”. Su tarea pasa por montar los 10 o 15 ejemplares que Julio Raúl (El Pipa) Avila le asigna. “La confianza que me tiene me hizo crecer mucho como jockey”, afirma quien en 2015 se dio el lujo de ganar el clásico Marina Lezcano en San Luis (20 de septiembre) montando a Beauty Run. El cierre del año anterior fue brillante y un poco el presagio de lo que ocurriría este año, porque el 4 de octubre, con Inuk ganó el Premio Elf Halo, en La Punta y el 20 de diciembre se impuso con Atlantic Call en un clásico de 1400 metros en Mendoza.
Como todo jockey recibe el diez por ciento del premio que gana el caballo en cada carrera, por el Sarmiento le quedaron cinco mil pesos; pero no sólo vive de premios, también tiene un salario por la actividad diaria que desarrolla en las canchas.
Apenas concluido el clásico afirmó que “su sueño” pasa por ganar en Buenos Aires, ya corrió algunas carreras en San Isdiro (fue cuarto con Clotta en el GP 25 de Mayo) pero su idea es aceptar la invitación de algunos cuidadores y radicarse allí por un tiempo.
