En absoluto silencio y sin contar con el apoyo que se merecía, Pedro León (41 años) le hizo honor a su apellido y sacó a relucir la fuerza del corazón para tener un excelente desempeño en el Mundial de Triatlón en Clearwater, que se disputó en la ciudad de Florida, Estados Unidos. León terminó octavo en su categoría, la de 40 a 44 años, por lo que se convirtió en un top ten del mundo en ese segmento etario.
La ubicación del profesor de educación física tiene más valor si se considera que 400 atletas fueron de la partida en su categoría, y que a la cita llegaron los mejores del planeta, luego de pasar la clasificación.
León, el primer sanjuanino en estar en un mundial de triatlón, marcó el 3er. mejor tiempo en pedestrismo, el 5to. en ciclismo (su fuerte) y 34to. en natación, que fue donde perdió terreno y los 5′ minutos que luego lo separaron del ganador. "Corriendo y en la bici nadie me pasó, incluso era yo el que pasaba al resto por la velocidad que traía", contó.
Para él, el 8vo. lugar "es una labor cumplida" teniendo en cuenta el enorme sacrificio que hizo para, primero, retornar a la práctica de su deporte hace un año y medio tras 13 de ausencia, y luego porque solo se la ingenió para clasificar y demostrar su entrega en el Mundial. "Es una experiencia bárbara, donde volvés con otra visión ya que nunca había pedaleado y corrido con la velocidad e intensidad que lo hice", apuntó.
Incluso pudo terminar más arriba y hacer podio (lugar que ocupa hasta el quinto) de no ser por una penalización que sufrió en la etapa de bicicleta. "Perdí 6 minutos por una penalización que recibí de arriba, porque al llegar a un embotellamiento el grupo entró junto y eso no se permite porque debes transitar solo, sin apoyo ni ‘chupándote’ de nadie. Eso produjo estar 6′ en la zona de transición, si no hubiese terminado más arriba", añadió.
Pedro consiguió lo que buscaba, porque en la previa al viaje y cuando DIARIO DE CUYO lo entrevistó, dijo que se tenía fe y que iba a estar entre los pimeros y cumplió. Aunque internamente sabe que pudo dar más. "Me queda un gustito raro de saber que pude terminar más arriba porque anduve más fuerte de lo que pensaba", admitió.
En cuanto a la competencia destacó la organización, donde "no te faltaba nada" y "había un ambiente muy profesional". El día anterior, Pedro contó que había un gran hermetismo y que todos estaban muy compenetrados en la prueba, la misma que tuvo el ‘profe’ para nunca bajar los brazos y terminar como el mejor argentino en su rango, siendo 8vo. y metiéndose en el sueño concretado que significa ser un "top ten" del mundo.
