Un agente penitenciario y su sobrino, quienes pasaron 7 meses presos acusados de abusar de una sobrina, fueron liberados a raíz de un fallo de los jueces de la Sala III de la Cámara Penal que revocaron el auto de procesamiento resuelto por un juez de primera instancia y le dictaron a ambos la falta de mérito al entender que no había pruebas suficientes para imputarles ese delito.
El fallo de los camaristas Ricardo Conte Grand, Héctor Fili y Eugenio Barbera benefició al agente penitenciario Miguel Correa y a su sobrino Jorge Castro, quienes estaban detenidos desde marzo pasado por delito contra la integridad sexual por acceso carnal agravado. La supuesta víctima es sobrina del guardiacárcel y prima del otro joven. El juez Guillermo Adárvez (titular del Tercer Juzgado de Instrucción) los había procesado en mayo pasado en base a un informe psicológico que indicaba que la niña no mentía ni fabulaba en sus acusaciones, revelaron fuentes judiciales.
La niña, que ahora tendría 11 años, relató que sufrió abusos sexuales desde los 4 a los 8 años por parte de estos hombres dentro de la casa de su abuelo, por separado y en distintas circunstancias. El abogado Maximiliano Páez Delgado, defensor de los acusados, apeló ese procesamiento, argumentando que no habían pruebas y entonces el caso llegó a manos de los jueces de la Sala III. Fue ahí que esos magistrados le dieron la razón a Páez Delgado y señalaron en su escrito, conocido en estos días, que ‘corresponde revocar la resolución apelada básicamente porque es escasa y equívoca la prueba incriminatoria que lo sustenta’. Remarcaron que no se utilizó la Cámara Gesell para tomar testimonio de la menor, lo que hubiera sido fundamental.
Tampoco se tomó en cuenta el informe médico que indicó que la niña no tenía lesiones compatibles con un abuso y no valoraron algunos testimonios que desvirtuaban la denuncia, además de que las propias declaraciones de los padres de la víctima ya eran contradictorias, explicaron fuentes judiciales. Eso llevó a que decretaran la falta de mérito para Correa y Castro, y los liberaron; a la vez que ordenaron profundizar la investigación
