¡Es el colmo! En una provincia netamente agrícola, industrial y minera, pujante y de activo desarrollo como la nuestra, frenar el movimiento de la gente que impulsa el verdadero motor de la economía, es realmente un pecado.

Y es lo que está ocurriendo con la falta grave de los repuestos, desde los más sencillos hasta los más complejos, autopartes, etc., llegando a las movilidades completas, por las medidas de freno a las importaciones del secretario de Comercio de la Nación, Guillermo Moreno.

No hay neumáticos, filtros de gas oil, lubricantes varios, baterías de selenio, partes eléctricas y una gran cantidad de repuestos sencillos de autos, camionetas y camiones Toyota, Nissan, Mitsubishi, Volkswagen, General Motors, Chrysler y otras marcas. Como tampoco hay ingreso de movilidades del extranjero al país. Los servicios técnicos están comprometidos, y con ellos las garantías del concesionario que vendió el producto. Tampoco hay precios firmes, ni fechas seguras.

En el caso de las cosechadoras y de los tractores, otro tanto.

Tractores Massey Ferguson, New Holland, Agco-Allis, Valtra, Hanomag, John Deere y hasta chinos de otros países lejanos circulan normalmente por las rutas y calles de nuestros departamentos todo el año. Se han sumado algunas cosechadoras de semillas nuevas (New Holland), también de vides (Breud), olivos (españolas) y tomates para industria (Pomac, Sansei, italianas y americanas como FMC y otras).

Es sorprendente. San Juan, primero con la Ley de Diferimientos Impositivos, y luego con los mismos inversores genuinos en el sector agrícola, industrial y ahora minero, ha sumado a los tractores comunes y doble tracción, muchas retroexcavadoras, motoniveladoras, cargadoras, grúas, camiones doble tracción y otras herramientas de alta tecnología, en alto porcentaje importadas. Incluso se estima que un 80 % viene de Brasil. De seguir así, ¿a dónde iremos a parar?