Ya desde antes que entrara, la gente coreaba su nombre. Se ilusionaban con al menos verlo entrar a la cancha. Sabiendo que no iba a jugar, por supuesto. Y Lionel Messi entró encabezando la fila india del plantel argentino que ingresó al estadio para el debut.
Messi es Messi. Llama la atención inclusive aunque no juegue. Con sonrisas en su rostro, el ídolo argentino siguió los movimientos de sus compañeros. Los que quedaron con la camiseta albiceleste y de pantalones cortos; él tenía una pechera salmón arriba de la remera blanca. Y con pantalón buzo azul.
Lamentablemente a Messi se le cortó una racha de la que puede poner orgulloso a cualquiera. El capitán de la Selección argentina acumulaba un total de 16 partidos seguidos con la Albiceleste en Copa América. Esa racha se le cortó anoche frente a los trasandinos. La Pulga firmó la planilla pero ocupó un lugar en el banco de suplentes. No estuvo ni siquiera en la entrada en calor del equipo. El técnico Martino prefirió no arriesgarlo. Y estuvo bien, porque se trataba de un partido caliente.
