La llama es un animal típico de la cordillera, pero en el departamento 25 de Mayo está siendo criado para proporcionar lana a las tejedoras del lugar, para carne en los restaurantes y como mascota en las casas de fin de semana. Detrás de este proyecto están Maximiliano Delgado y Diego Mora, dos jóvenes que además de ser cuñados se relacionaron desde chicos con la ganadería en campos familiares. “Empezamos hace 6 años con animales, y un tiempo después trajimos una llama al campo de Calingasta para tenerla como mascota. Ahí nos entusiasmamos y hace dos años arrancamos con el criadero en 25 de Mayo. Hoy tenemos 180 animales, con reproductores seleccionados y un plan de trazabilidad que podemos hacer con las certificaciones del Senasa”, contó Maximiliano, el vocero del emprendimiento. Junto a su socio buscaron ejemplares del Norte con los cuales realizan cruzamientos para mejorar la producción de la lana y posteriormente, del hilado. Los hilados más finos -por ejemplo los que resultan de cruzamientos con alpacas- son los que proporcionan lanas de mejor calidad. “Ya hemos hecho dos para esquilar y ahora estamos empezando un proyecto de hilandería junto con el municipio. Les proporcionamos gratis la lana de llama a hiladoras de El Encón que la comuna envió a capacitar a Jujuy. Ellas se encargan de hilarla y confeccionar artesanías, recién estamos empezando todavía no sabemos qué rendimiento tendrá, pero el plan es luego venderla”, agregó. Pero el negocio textil no es el único objetivo. La venta como mascotas también se está extendiendo en San Juan. “Este animal es doméstico, no es agresivo ni escupe como el guanaco”, cuenta Maximiliano, quien agregó que ya han vendido animales para escuelas agrotécnicas, granjas privadas y también countries. “Tenemos muchos pedidos”, dijo. Los criadores descubrieron que la llama subsiste bien también en la ciudad, siempre tomando algunos recaudos: por ejemplo, los corrales deben ser grandes y aireados, con techos de cañizos que permitan la circulación para que los animales puedan soportar el calor. “Resisten muy bien, hemos tenido hasta pariciones en pleno verano aquí en 25 de Mayo”, agregó el emprendedor. Otra veta que el dúo empezó a explotar es la venta de carne y cueros, convertidos en pellones de lana. La novedad es la carne, que dicen que tiene un gusto “como si fuera de vaca, pero con aliño”, y que ya han vendido a algunos restaurantes locales que ofrecen comidas típicas. Una oportunidad inmejorable fue el año pasado, en el evento que el Gobierno provincial ofreció para invitados que llegaron a la Copa América: en el ágape fueron furor las empanadas de llamas que se sirvieron con la carne que proveyeron estos dos criadores.
