En el Acto I¦ de Rigoletto de Verdi, el bufón se encuentra en una callejuela con Sparafucile quien le ofrece sus servicios y le dice que cuando los necesite podrá encontrarlo ‘Qui sempre a sera’ (‘Aquí siempre a la noche’). He ahí el primer sentido de la ‘Serenata’, música ‘nocturna’ entre lámparas y antorchas. Pero además, en italiano ‘al sereno’ significa ‘al aire libre’. Podemos agregar pues: ‘Música nocturna al aire libre’. Y si además, en alemán ‘Gasse’ es ‘calleja’, ello originó la palabra ‘Casación’; y para seguir con el alemán si ‘Nachtmusik’ es ‘Música nocturna’ estamos en lo mismo con diferente nombre. Y por último, la palabra ‘Standchen’ equivale también a Serenata pero más tempranera, como ‘Alborada’ y para permanecer de pie al cantar o tocar. Es curioso que en el siglo XVIII se nota en las ilustraciones de época que los ejecutantes ejecutaban las Serenatas de pie por razones de etiqueta: un músico de baja extracción no debía estar sentado en presencia de un benefactor que fuera de origen noble. Por ello la parte de bajo profundo era confiado a un Contrabajo o un contrafagot ya que es difícil -supongo- tocar un chelo de pie. Y si en francés ‘partie’ es ‘parte’, una ‘Partita’ equivale a una Suite o conjunto de variaciones. Este estilo de ‘Casación’ o Serenata que implicaba música no muy larga (estaban de pie) y al aire libre con una seguidilla de melodías lentas y rápidas alternativamente fue muy común en Salzburgo para fiestas, reuniones y para amenizar reuniones de corte pero en Mozart fueron pasando de ser música ‘pasatista’ a ser un nuevo estilo de música de cámara. Y no es casual que el 16 de marzo de 1781 abandonara definitivamente sus obligaciones cortesanas ‘pequeñas’ para establecerse en Viena donde debía mantenerse como compositor ‘serio’ y no más como ‘ex niño prodigio’. Esta Serenata K 361 es una obra distinta a las otras serenatas, para muchos, la más hermosa música para vientos. Está escrita para 12 instrumentos de viento en parejas de dos -por eso el título del Evangelio- aunque en realidad los cornos son 4 (2 parejas de dos) y se incorpora un instrumento de cuerda, el contrabajo. Consta de 7 Movimientos: (I) Largo: Ya de inicio se nos ubica en un ambiente distinto al de la ‘fiestita en el jardín’. Con un fuerte toque inicial (que antecede en mucho a la ‘Flauta Mágica’, aunque aquí no hay ninguna flauta), es conocido el amor que Mozart mostraba por este relativamente nuevo instrumento que era el clarinete que contrasta dulcemente con el toque inicial. Para Alfred Einstein el encanto inmediato de la obra emana de su sonido ya que es un continuo alternarse de los solos y del conjunto. Es una mezcla pero a la vez absolutamente transparente, más que instrumentos ‘concertantes’ o solistas, cada uno quiere sobresalir conservando su carácter específico. Y ahora aparece el oboe. El Largo se continúa en un Allegro Molto. Del francés ‘menu’, es decir ‘menudo’ (referido a los pasitos que se daban en pequeñas danzas rústicas luego adaptadas a la corte, proviene el ‘Minué’). Más tarde al incorporarse el minué o Menuetto’ a obras sinfónicas, aparecía acompañado por un segundo Minué llamado ‘Trío’ que reducía la sonoridad de la orquesta a un trío generalmente de dos oboes y un fagot. Así tenemos (II) un Menuetto cuyo primer ‘Trío’ emplea clarinetes y ‘corni di basssetto’ o sea clarinetes de sonido más grave (y resulta en realidad un ‘cuarteto’). Vuelta al Minué y para el segundo Trío se usa más el oboe, pero ahora los cornos y el contrabajo están continuamente apoyando, y vuelve el Minué. (III) Adagio. Quizá el momento más representativo de esta Serenata. Milos Forman en su película ‘Amadeus’ nos presenta a Salieri mirando la partitura de este trozo de Mozart y lo describe diciendo: ‘Un comienzo simple con ritmo de cornos y fagotes. Pero luego, de pronto, por encima un oboe, una sola nota mantenida firme hasta que los clarinetes la recogen y la convierten en una frase maravillosa’, luego ‘respondida’ por los oboes y aquí el contrabajo, como nos explicó Luis Rossi ‘sirve para redondear la sonoridad de los vientos’ ¿Quién ha visto la película y no recuerda esa escena? (IV) Menuetto: Otro minué que de nuevo presenta dos secciones de ‘Trío’. Comienza rápido -allegretto-. Al tocarse las notas separadas del trío, se las llama ‘staccato’, en cambio en el segundo trío están más unidas y se lo llama ‘legato’. (V) Otro Adagio nos retrotrae al 3º movimiento, pero titulado Romanze. Se inicia la melodía, aparece un allegretto especial para los fagotistas. (VI) Tema con variazioni: El clarinete presenta el tema -andante-, luego el oboe hace la primera variación, pero el ritmo también varía y en lo sucesivo van interactuando todos los instrumentos. En la segunda variación pasa el corno di bassetto y el contrabajo en pizzicato. Luego un ‘tutti’ (todos) más fuerte, deja lugar al lucimiento del oboe. Para la tercera comienzan muy suaves los corni di basetto . Otro cambio de ritmo para la cuarta variación, destacándose los fagotes, luego un adagio con un bellísimo oboe que aparece como llamando a la distancia, para mí el momento más dulce y cautivante de toda la obra -definitivamente ya no es más una ‘casación’ o serenata para una comida ‘a la canasta’!! estamos ante un músico sublime-. Y en sexto lugar, un allegretto divertido como si Mozart nos dijera: ‘Si quiero puedo hacerlos emocionar hasta las lágrimas, pero ahora prefiero hacerlos reir’. Y para confirmar esa idea la obra finaliza con un (VII) rapidísimo Rondó ‘alla turca’ (notemos que su ópera ‘El rapto en el Serrallo’ es de 1782) con oboes y clarinetes al unísono. Sinceras felicitaciones a todos los intérpretes que interpretaron exquisitamente esta maravillosa obra y un enorme agradecimiento al maestro Rossi por no solo haber conducido y -no dudo- capacitado a sus colegas con su experiencia, sino por habernos introducido al ambiente histórico de la obra de manera tan sencilla y clara.