La propuesta, que ocupó las primeras planas, fue firmada por varios aspirantes presidenciales de los tres partidos más importantes, incluyendo al jefe de gobierno capitalino Marcelo Ebrard, del centro-izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), el senador Manlio Fabio Beltrones, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y Santiago Creel, del centro-derechista Partido de Acción Nacional (PAN), así como por el escritor Carlos Fuentes y varios académicos prominentes. Aunque otros políticos expresaron reservas sobre la propuesta, hay gran consenso en que México debe hacer algo para cambiar su disfuncional sistema de tres partidos fuertes, en el que dos partidos opositores sistemáticamente bloquean las propuestas legislativas del gobierno.
De manera semejante a lo que está ocurriendo en Washington, la falta de un gobierno capaz de hacer aprobar leyes ha tenido un enorme impacto negativo en México en la última década, haciendo prácticamente imposible que los presidentes pudieran lograr las necesarias reformas energéticas, laborales y fiscales. Como resultado, la economía mexicana ha venido creciendo a un ritmo mucho más lento que la de otros países latinoamericanos.
Según la nueva propuesta, el Congreso mexicano aprobaría una enmienda constitucional alentando a los futuros presidentes a formar gobiernos de coalición. También se crearía el cargo de "jefe de Gabinete”, cuyos nominados deberían ser ratificados por el Senado, y servirían de eslabones entre el jefe de Estado y el Congreso.
En una entrevista, el senador Beltrones, del PRI, me dijo que la enmienda constitucional sería de cumplimiento optativo para los futuros presidentes, pero los alentaría a formar gobiernos de coalición. Aunque se han dado casos aislados de presidentes mexicanos que han invitado a políticos de oposición a sus gabinetes, dichos nombramientos muchas veces eran vistos como "acuerdos oscuros” que traicionaban lealtades políticas y la voluntad de los votantes, señaló.
El ex gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, el PRI, favorito en las encuestas para ganar las elecciones de 2012, no ha firmado la propuesta de un gobierno de coalición. Prefiere una ley de "sobre-representación” parlamentaria que daría al partido ganador una mayoría automática en el Congreso.
El ministro de Gobierno del presidente Felipe Calderón, Francisco Blake Mora, a su vez, ha señalado que prefiere otros mecanismos para llegar a un gobierno funcional, como adoptar el sistema de la segunda vuelta para elecciones presidenciales. Calderón ganó las elecciones de 2006 con menos del uno por ciento de los votos.
Creo que es bueno instalar el tema como un asunto prioritario, no sólo en México, sino también en Estados Unidos, donde las trabas políticas en el Congreso son en gran medida la causa por la cual no se logra terminar con la actual crisis económica que afecta a todo el mundo.
