El minero Jorge Galleguillos, el “folclorista” de los 33 de Atacama, lloró ayer al recibir de parte del ministro de Educación, Joaquín Lavín, una beca para que su hijo pueda realizar estudios superiores, algo que había pedido desde las entrañas de la tierra. En una extensa carta, el minero de 56 años, le había manifestado su preocupación al ministro Lavín por la suerte de su hijo, pues “estando él allá abajo” no podría ayudar a que siguiera con sus estudios en la Universidad. El ministro de Educación concurrió ayer al hogar del minero donde le comunicó que entre el Ministerio y la Universidad de Atacama su hijo recibirá una beca que cubrirá en un 100 % sus estudios superiores. “Fue una reunión muy emotiva, él me había mandado una carta en la que manifestaba su preocupación”, dijo Lavín en declaraciones a Televisión Nacional. “Su sueño era que su hijo llegara a ser profesional, pero estaba preocupado porque no iba a poder pagar la universidad”, añadió. Preguntado por los periodistas sobre la beca que le fue entregada por el ministro, el trabajador dijo: “Fue un regalo de Dios y por favor, no me haga llorar”. Galleguillos afirmó que los 70 días atrapados a 700 metros de profundidad fueron “muy difíciles, pero estamos bien, estamos con vida”. Sostuvo que tras el rescate “comienza una nueva vida”, pero que no se alejará de la minería. “El corazón siempre sabe que es minero”, recalcó el trabajador, que en los primeros días de encierro sufrió una leve depresión. Galleguillos, que padece una leve hipertensión, pidió una guitarra en las pasadas fiestas patrias, pero tuvo que conformarse con música envasada en una memoria USB. De hecho, en la celebración de las fiestas patrias, el pasado 18 de septiembre, se las ingenió para aparecer un video zapateando una cueca, el baile nacional de Chile.
