Contento. Exequiel Jesús Chirino (18 años) había cobrado su salario como empleado de la construcción en la obra del nuevo hospital Rawson y, según sus familiares, no tenía motivos para amargarse, más aún porque con ese dinero desde hace cinco meses ayuda a su madre y la mayoría de sus nueve hermanos. Por eso también había decidido aprovechar su tiempo con sus amigos del Lote Hogar 33, en Pocito. Pero un plan con esos amigos terminó de la peor manera: Ayer, minutos después de las 3, cuando el grupo enfilaba rumbo a un cumpleaños en el barrio Teresa de Calcuta, también en Pocito, otro grupo de jóvenes de ese complejo los interceptó en un baldío y entonces el pedido de un cigarrillo degeneró en una pelea. Y algo más grave, la furia de uno de los rivales, que sacó un arma de fuego y lanzó al menos tres disparos. Lo peor fue que una de esas balas perforó por el costado derecho del cuerpo del joven y terminó alojada en su columna vertebral, precisamente en su médula espinal.
Según el padre del joven, Gilberto Chirino, los pronósticos ayer no eran los más alentadores para su hijo: "No tiene movilidad en las piernas y ahora los médicos van a ver si pueden operarlo para sacarle la bala de la médula espinal… dicen que podría quedar inválido pero esperemos que eso no pase, que salga todo bien. También espero que agarren al que le hizo esto a mi hijo para que pague, porque ha hecho un daño muy grande", dijo ayer el padre de la víctima.
