Según el diario oficial Granma algunos de los detalles del nuevo sistema lanzado por el Gobierno, son los siguientes:

* A partir de octubre los cubanos podrán obtener licencias para abrir pequeños restaurantes, alquilar sus casas, ofrecer servicios de transporte, trabajar como payasos, masajistas, jardineros y hasta cuidadores de baños públicos.

* Cuba emitirá desde octubre 250.000 nuevas licencias para ese tipo de negocios, casi triplicando el número actual.

* El Banco Central estudia la posibilidad de ofrecer créditos para ayudar a los cubanos a montar negocios. Pero el ministro de Economía, Marino Murillo, aclaró que el Estado no podrá ofrecer insumos a precios mayoristas, algo clave para el éxito del nuevo sector privado.

* La carga fiscal de los nuevos negocios no es aún clara. Un documento del Partido Comunista filtrado a los medios sugiere de un 10 al 40 por ciento de los ingresos brutos, una cantidad que los economistas consideran demasiado elevada.

* El presidente Raúl Castro espera que el sector privado absorba a los 500 mil empleados públicos, aproximadamente un 5 por ciento de los empleados del Estado, que piensa despedir en los próximos seis meses para reducir costos.

* Muchos cubanos comenzaron a hacer planes de negocios para abrir desde gimnasios a pequeñas cafeterías.

* Experiencias pasadas en el país sugieren prudencia. Un limitado intento anterior de desarrollar el sector privado durante la crisis pos soviética de la década del 90 fue congelado tan pronto como mejoró la economía.