Pocos hicieron hincapié en la forma en que arribó al primer triunfo del año, que le permite nuevamente tomar aire respecto de los perseguidores. De hecho, con el 2-0 parcial y Merlo con un par de jugadores menos, el líder pareció bajar la cortina. Entendiendo que lo importante ya estaba realizado. Porque lo vital era sumar por triplicado, luego de una semana no tan amena como las anteriores.
1 Los primeros minutos del partido demostraron que anoche no era un partido más para este Verdinegro. La imprecisión se hizo carne en varios jugadores y fue entonces cuando Gallardo mostró toda su chapa. Ordenó con voz y con mucha marca. A partir de entonces, el equipo tuvo sus mejores momentos en la segunda parte de la etapa inicial. Fueron tres y nuevamente parecía que la puntería estaba torcida. Pero fue cuestión de paciencia para esperar el alivio.
2 La efectividad del año pasado pegó la vuelta por el Hilario Sánchez en ese inicio del complemento, cuando en diez minutos liquidó la historia. Primero con Becerra y después con Cuevas. Partido liquidado. El resto, potenciado con las expulsiones de la visita, estuvo realmente de relleno.
3 La escasa paciencia que mostró la gente en el nacer del encuentro, también la ratificó más allá del triunfo estar consumado. Porque San Martín prefirió el toque lateral, en vez de la verticalidad en busca de una goleada. Algo que logró en el cierre más por peso propio, que por convicción. Volvió al triunfo el equipo de Hrabina. Una semana después de la peor actuación de la temporada, en Corrientes con la caída ante Boca Unidos, eso es lo que más importaba.
