El joven de 25 años que el martes pasado murió arollado por un tren en el distrito Russell, departamento mendocino de Maipú, era uno de los sujetos más buscados en La Rioja, donde querían meterlo preso por al menos dos hechos gravísimos: el crimen de un obrero cometido el 6 de septiembre del año pasado, y por escapar de una cárcel de máxima seguridad con un cordobés luego de realizar un boquete y atravesar por una cerca que debía estar electrificada y no lo estaba, durante los festejos navideños pasados. Por ese último hecho, nueve policías son investigados y cuatro de ellos están muy complicados, dijeron ayer fuentes del caso.
La víctima en cuestión es David Jacob Maya, un sujeto considerado peligroso por los policías locales pues -dijeron- en La Rioja estaba sospechado de participar en el homicidio de Antonio Francisco Pereyra, a quien le dieron dos tiros en el pecho por resistirse a que le roben su moto. Por darle un un tiro en el rostro al empleado de una estación de servicio que intentaba huir para que no le roben. Y de realizar un boquete con Maximiliano Cruz para escapar de un lugar supuestamente seguro.
Luego del homicidio, Maya había sido apresado por policías de Seguridad Personal y Robos y Hurtos, pero cuando llegó a La Rioja protagonizó una escandalosa fuga. El último martes, murió atropellado cuando, al parecer, intentaba robar carbón del convoy.
