Buenos Aires, 10 de agosto.- Un tribunal rechazó la denominada "teoría de la insignificancia", por la que suelen cerrarse causas judiciales por robo o hurto cuando lo sustraído es de escaso valor económico, y procesó a un hombre sorprendido cuando intentaba llevarse de un kiosco, sin pagar, seis barras de chocolate.

La medida fue dispuesta por la Sala Cuarta de la Cámara del Crimen, que revocó el sobreseimiento dictado en primera instancia por el juez Eduardo Daffis Niklison a favor de Santiago Emilio Barboza Mechato.

"Coincidimos con el agente fiscal en que la teoría de la insignificancia no es de aplicación al caso, pues cualquiera sea el grado de afectación del bien jurídico lo cierto es que ha sido vulnerado y la estimación de su valor pecuniario, por tratarse de un delito contra la propiedad, debe ser objetiva", dijo la Cámara.

Los jueces Alberto Seijas y Carlos Alberto González dejaron sin efecto el sobreseimiento por tres hechos en los que el imputado habría intentado sustraer diversos objetos de poco valor económico, entre ellas las barras de chocolate, pero fue detenido por un agente de policía.

"Los dichos del preventor que lo detuvo y procedió al secuestro de las seis barras de chocolate que llevaba consigo, adunados a los dichos del denunciante, que reconoció al imputado como quién había sustraído dichas golosinas del local de kiosco en que trabaja, justifican el dictado de su procesamiento", resolvieron.

Barboza Mechato fue procesado por el presunto delito de "hurto simple en grado de tentativa", por el que podría pasar entre diez días y un año en la cárcel.