Se teme que haga caso omiso del mandato de las urnas valiéndose de una serie de trampas para consolidar sus poderes, antes de las elecciones presidenciales de 2012. En los números, Chávez ganó con una mayoría de 98 bancas, mientras que la oposición obtuvo 65. Pero según la oposición, los antichavistas e independientes ganaron el 52% del voto popular pese al uso masivo de recursos del oficialismo y el control de la mayoría de los medios.
"Esto tiene un impacto gigantesco", me dijo la dirigente opositora y congresista electa María Corina Machado. "Lo que estaba en juego era si la sociedad iba a poder vencer el miedo, porque estaba aterrorizada y temía toda clase de castigos si no votaba por Chávez. Pero la gente superó el miedo".
Para la oposición, la mayoría legislativa que obtuvo Chávez se debe a las reglas electorales tendenciosas que le favorecen. Estados chavistas como Amazonas podían elegir un legislador con apenas 20.000 votantes, mientras estados antichavistas como Zulia requerían 400.000 votantes para lograr un legislador. No obstante, la oposición ganó varios bastiones ex chavistas y afirma que representa a la mayoría de los venezolanos. A nivel nacional, Chávez obtuvo 5,4 millones de votos, muy por debajo de los 7,3 millones de las elecciones presidenciales de 2006, y 17% menos que en el referéndum de 2009.
¿Qué pasará ahora? ¿Chávez intentará modificar las reglas de juego -lo hace frecuentemente- para mantener sus poderes absolutos?
Podría usar la Asamblea saliente, hasta el 5 de enero, para aprobar una "ley habilitante" que le otorgue poderes extraordinarios. Ya tuvo este cheque en blanco otorgado por el Parlamento, o mediante la compra de votos o la intimidación a la nueva mayoría parlamentaria. Otra alternativa de Chávez es pedir a la Suprema Corte -con incondicionales oficialistas- que anule la necesidad de los dos tercios para aprobar las leyes más importantes, de manera que se sancionen por simple mayoría.
También puede intentar otorgar poderes legislativos a los consejos comunales progubernamentales, despojando de poderes a la Asamblea Nacional. Ya hizo algo semejante: cuando el alcalde opositor de Caracas, Antonio Ledezma, ganó en 2008, Chávez creó el cargo de "superalcalde" para quitarle poderes y presupuesto y designó a un leal chavista.
