En las pantallas gigantes que fueron montadas en distintos lugares, como los Puntos de Aliento o los Núcleos de Acceso al Conocimiento (NAC), la gente se acercó para ver el partido de una manera diferente. Y en todos hubo clima de tribuna, incluso desde temprano, para esperar unos 90 minutos de fútbol que rotaron entre la angustia a la alegría.
En los Puntos de Aliento de San Juan, que fueron el Teatro Municipal y el cine de UPCN, en la previa hubo juegos y regalos que permitieron apagar la ansiedad.
La calle Mitre fue cortada al tránsito a partir de las 9 y allí montaron dos canchitas de fútbol tenis, unos metegoles y un mini arco. Fueron juegos para niños que tuvieron codiciados premios, pues por cada participación entregaron números que los chicos pudieron canjear por remeras o pelotas de fútbol, además de llevarse golosinas.
En el Teatro Municipal, los minutos previos al inicio del partido fueron matizados con un show de magia y acrobacia.
En tanto, cada vez que encendieron las cámaras de la TV Pública, la gente se agolpó alrededor del cronista, a quien de paso las chicas le pidieron autógrafos y fotos.
El arranque de la transmisión en el teatro empezó bien patriota pues el segmento del Himno Nacional que sonó en el Minerao también fue coreado en el recinto, al igual que lo hicieron los simpatizantes argentinos en Brasil.
El inicio estuvo acompañado por cantos y aplausos, que fueron apagándose a medida que Argentina no lograba quebrar el esquema defensivo de Irán.
El entretiempo mostró en escena otro enlace de la transmisión televisiva y luego se presentó una murga, circunstancias que hicieron que pasara con rapidez el descanso. A su vez, en UPCN, la mayoría de los asistentes fueron jóvenes y ahí los premios fueron ganados por quienes cantaron un gol de Messi o hicieron más payanitas.
Ya en la segunda parte del partido, todo fue nervios e incluso angustia con los ataques iraníes.
En los últimos minutos la gente empezó a descargar la tensión cantando en el teatro y fue entonces que llegó el agónico gol de Messi, para desatar la euforia.
