Los que ya tenían la renovación llegaban con la tarjeta en mano para consultar si con eso podían votar. Mientras, otros abuelos hacían cola para subir al trailer y conseguir su nuevo DNI. La mayoría tenía un objetivo claro: hacer el trámite para iniciar la jubilación. En total son 39 los abuelos de la Residencia Eva Duarte de Perón que necesitan la nueva documentación. Ayer, gran parte de ellos recibió su nuevo DNI, a través de un operativo del Ministerio de Desarrollo Humano que continuará hoy.

Poco les importó tener que hacer malabares con el bastón o recibir un empujón de ayuda para sortear los escalones del trailer. Estaban tan emocionados que pusieron toda su energía para lograrlo.

“Me estuvieron foteando”, contó Mario Bazán, uno de los primeros en hacer el trámite. Lo que más le costó fue la firma digital, dificultad que también tuvo que superar el resto de los abuelos. Es que, entre el desconocimiento y el temblor del pulso, se les complicaba.

Mientras, Roberto Seide Lavin preguntaba si con el documento que tenía iba a poder votar, si no, quería que le hicieran el nuevo. Efectivamente, el abuelo ya tenía la tarjeta. “Me voy tranquilo. Me dijeron que con este documento puedo votar en las elecciones para elegir a los legisladores”, dijo después de consultar.

Víctor Tapia sí tuvo que hacer la renovación porque aún tenía el documento verde. “No tengo jubilación. Ahora voy a poder hacer los trámites”, dijo.

Según la directora del hogar, Nilda Agüero, trataron de regularizar la situación de la mayoría de los abuelos, aunque muchos se quedaron sin el trámite por falta de documentación.