El bombero Juan Marcelo Quinteros estaba cortando una rama de un árbol (a punto de caerse sobre una vivienda), cuando algo salió más y se desplomó desde más de tres metros de altura. Cayó sobre el borde de una cuneta y sufrió heridas importantes. Fue uno de los accidentes más graves que sufrió Bomberos en los últimos meses y aún hoy Quinteros sigue recuperándose. Pero el efectivo salvó su vida y en el cuerpo de Bomberos de la Policía de San Juan, que a diario convive con la muerte, eso vale doble. Por eso, 60 efectivos devotos se unieron ayer para protagonizar la Posta Atlética de Bomberos a la Difunta Correa, no sólo para agradecer por Quinteros, sino también para seguir invocándole protección. La posta fue el cierre de los festejos por el Día del Bombero Sanjuanino, que se celebró el 14 de marzo.
Los bomberos salieron ayer desde el destacamento central pasadas las 6 de la mañana y llegaron al santuario a las 12,20. Si bien la idea era que cada efectivo corriera poco más de un kilómetro, algunos hicieron menos y otros de más, de acuerdo al estado físico. Para la parte más dura, la Cuesta de las Vacas, fueron designados los efectivos que mejor entrenados estaban.
Los corredores contaron con una moto, un auto y un micro de larga distancia como vehículos de apoyo.
El final fue emotivo no sólo porque dejaron atrás seis horas de esfuerzo, sino porque para reafirmar tanta fe, algunos bomberos subieron las escalinatas de rodillas.
El momento distendido llegó después, con una parrilla llena de chorizos que cerraron los festejos.
