Si el principio de acuerdo (que se conoció hace días) entre Argentina y los fondos buitres más duros termina concretándose, puede esperarse un retorno del crecimiento económico, que puede incentivar las inversiones, según agroexportadores.
Los acreedores que han estado en un litigio con Argentina en tribunales estadounidenses por la deuda incumplida del país alcanzaron un preacuerdo de 5.000 millones de dólares para resolver la disputa, dijo el miércoles un abogado que representa a los fondos de inversión Elliott Management y Aurelius, considerados los fondos buitres más duros.
Argentina atraviesa su quinto año de estancamiento con una inflación que es foco de atención del actual gobierno. Para financiarse, el presidente Mauricio Macri depende de una inmensa impresión de dinero del Banco Central, un esquema heredado de la gestión de la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner.
Pero ahora se esperan cambios en el clima de negocios, una baja en el costo del crédito y la llegada de capitales privados.
‘Argentina debería recibir cinco puntos del Producto Bruto Interno (PBI) al año en términos de ingresos de capitales, que ahora son casi cero. Eso representa cerca de 25.000 millones de dólares al año‘, dijo el analista Alejo Costa, de la firma Puente.
En tanto, el representante de una importante firma agroexportadora expresó entusiasmo con el principio de acuerdo. ‘Creo que es un paso importante para incentivar nuevos proyectos de inversión de las empresas‘, señaló bajo condición de anonimato. Como el arreglo permitiría levantar restricciones de la justicia de EEUU que bloquean el acceso de Argentina al mercado de deuda externa, el Gobierno podría emitir bonos en ese país para pagar sus proyectos de infraestructura mientras recorta otros gastos a fin de ajustar unas cuentas fiscales al límite.
‘También posibilitará el acceso al financiamiento pleno de agencias de importación y exportación, como así también de organismos multilaterales. Esto es clave, porque el país necesita una fuerte inversión en carreteras, ferrocarriles y vías navegables‘, dijo Fernando Terrile, gerente de Mercados Globales de HSBC Bank Argentina.
Los primeros efectos se verán en los próximos meses simplemente gracias a la eliminación de la incertidumbre financiera que traían las discusiones sobre la dura pelea con los tenedores de deuda incumplida liderados por el financista Paul Singer, dijeron
economistas consultados por la agencia de noticias Reuters. La posible estabilización de la moneda y de las expectativas de inflación contribuiría a que la economía argentina tenga una expansión levemente positiva en el segundo semestre de este año, desde una retracción tenue en el primero, para terminar el 2016 con un crecimiento nulo, afirmó el economista Federico Muñoz.
Ya en 2017, la mejora esperada de la inversión y el impulso de las exportaciones agrícolas de Argentina, luego de que Macri recortara los impuestos al sector, derivarían en un aumento del PBI del 3 ó 4 por ciento, estimó Maximiliano Castillo, director de la consultora ACM.
Al mismo tiempo, la apertura del mercado de deuda servirá para bajar la inflación porque la recaudación de fondos en el exterior reducirá la dependencia que tiene el Gobierno de la emisión de dinero del Banco Central. Según Muñoz, la inflación se moderaría para terminar 2016 algo debajo del 30 por ciento.
Fuente: Reuters
