Poder ver el lugar donde el ensamble de la fauna es perfecto, donde coexisten la vicuña y el guanaco a más de 4.000 metros de altura y observar un paisaje que no se repite en otro lugar de Sudamérica. Todo esto es lo que se puede disfrutar si se llega al flamante refugio para turistas que pertenece a Parques Nacionales y que está en la Reserva de Biósfera San Guillermo, en el departamento de Iglesia. Para llegar hasta el lugar, hay que ir por la zona Sur, pasando por Angualasto. La otra alternativa que hay para ingresar a la Reserva, es por el Norte, por La Rioja.

Cada entrada a la reserva, que tiene casi un millón de hectáreas, tiene su particularidad. Por el Sur, se ingresa por la localidad de Angualasto y hay que bordear el Río Blanco. Sólo se puede llegar en 4×4 porque hay que atravesar ocho veces el río. El acceso del Sur es para los que quieren aventura y es ideal para el verano ya que en invierno el Norte está cubierto de nieve. Aunque las crecidas suelen cortar el acceso, lo que hace que San Guillermo quede aislado. Por este acceso se llega también al refugio de Ambiente de la provincia, que está en Lavadero, a 3.600 metros de altura y cuyo principal objetivo es evitar la caza furtiva de guanacos y vicuñas.

La otra entrada es por el Norte, y se ingresa por la localidad de Guandacol, que está en La Rioja. El camino está en buen estado ya que es mantenido por las empresas mineras que están haciendo exploraciones en el lugar. Los cerros rojizos, los inmensos salares, los flamencos rosados y las curvas interminables entre las montañas no dejan descansar la vista ni un segundo. Allí está el refugio de La Majadita.

San Guillermo es la primera reserva de biósfera del país y paraíso de los científicos de todo el mundo. Es en este lugar donde el ensamble de la fauna es perfecto. Los carnívoros nativos se alimentan igual que hace miles de años. Un panorama que no se repite en otro lugar de Sudamérica. Y esto es lo que buscan cada vez más turistas que llegan a conocer el sitio.