Cinco derrumbes en un año son algunos de los antecedentes que reconoce el siniestro del boliche Beara. El 9 de agosto último se derrumbó un gimnasio, donde fallecieron tres jóvenes. El 19 de julio tres pisos de un edificio se derrumbaron en el centro porteño, sin víctimas. El 3 de enero, un local comercial en Chacarita registró el mismo incidente, sin personas afectadas. El 19 de diciembre de 2009 hubo seis lesionados al desplomarse el techo de una obra en Mataderos. El 16 de diciembre del año pasado, en Villa Crespo, un hombre murió al derrumbarse la losa de una antigua vivienda.
