El Club de Lectores y la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá acaban de editar en Buenos Aires un libro que me animo a recomendar. Se trata de "Los Derechos Humanos y el Diálogo Intercultural” que pertenece a varios autores coordinados por Luigi Bonanate y Roberto Papini.

Este libro es la traducción hecha por Fernanda Gualzetti y José Cruz Pérez Nieves de la primera edición editada en Bologna en 2008. Contiene un estudio de la gestación, aplicación y el diálogo intercultural hasta el presente que provocó la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, aprobada en París por las Naciones Unidas en 1948. En el mismo escriben destacados pensadores de Europa, América, Asia y África luego de un prefacio del eslovaco Ján Figel, Comisario europeo para la instrucción, la formación, la cultura y la juventud, y de la introducción del italiano Roberto Papini, secretario general del Instituto Internacional Jacques Maritain, referida al debate de los principios de la Declaración y los problemas de ayer y de hoy.

En la primera parte se estudia la historia y la teoría de los Derechos Humanos: en la ética, el derecho y la política; las influencias de Maritain, de la Declaración de Bogotá y de las ONGs; y las bases neurobiológicas de los valores de cooperación y solidaridad. En la segunda se aborda la afirmación de los derechos culturales: en el mediterráneo, en el hinduismo, en el budismo, en el África negra, la libertad religiosa en la Iglesia Católica, y la diversidad cultural en la interacción recíproca. En la parte tercera se analizan los antiguos y nuevos derechos referidos a la globalización, a la alimentación, a la ecología, al ambiente, a la paz, y a la responsabilidad de protección humanitaria.

Las conclusiones de Luigi Bonanate están referidas a la ciudadanía democrática y las ideas de un cosmopolitismo razonable. Los temas son tratados en profundidad, a partir de una visión actual de los derechos que contempla la Declaración Universal y los nuevos derechos.

El tratamiento desde distintas ópticas temáticas, culturales, religiosas y de nacionalidades, lo hacen particularmente atractivo. Además el hecho de que está abordado desde ópticas distintas hacen que su lectura sea amena.