Los locales Mulita Latin Flow y La Oveja Negra hicieron la previa para la muchachada que pegada a las vallas recurrió a la chaya para calmar su calor. A las 20.30 de ayer, luego de su prueba de sonido cerca de las 19, Illya Kuryaki and the Valderramas subió al escenario del Estadio Abierto con su hip hop bien sazonado de otros ritmos y un vestuario mezcla de tachas, cuero y cadenas para presentar su disco más reciente La humanidad o nosotros (L.H.O.N) nominado a los Grammy Latinos 2016.

Acompañados de una potente banda; Dante Spinetta con su sombrero rojo y Emmanuel Horvilleur con su cabellera platinada, utilizaron la música para dejar su mensaje: ‘Están contentos. ¿Le dieron un beso a su novia y a su mamá? ¿Se portan mal? Portensé bien. La juventud tiene que cultivarse, leer libros, estudiar música, mirar las estrellas y no tantos programas de chimentos y esas cosas. No puede suceder lo que pasó en Buenos Aires’, dijo Dante en referencia a fiestas como la trágica Proyecto XXX, el martes pasado.

Y tuvieron que poner power para agitar a un público que no estuvo frenético. Con mucho diálogo y pidiendo palmas; los cantantes hicieron de todo para encender a la platea masiva, porque sus fans quedaron chochos, tanto por los temas nuevos (Gallo Negro, Ritmo Mezcal y Africa); y los hits del disco Chances, que celebró su reencuentro en 2011 (Ula Ula, Helicópteros y Funcky Futurista). Pero el dúo la rompió con viejos clásicos como Coolo, Jaguar House y Abarajame, canción con la que pusieron punto final a las 21.30.