En una jornada con un clima de verano bastante cálido, el Rally Dakar pasó por Jáchal pintando paisajes de belleza natural. Desde el día anterior, la gente comenzó a instalarse en pintorescas carpas para pasar una noche estrellada con sonidos de fauna abundante esperando el gran momento en que comenzaron los diferentes rugidos de las máquinas Dakar.

En un marco de orden y organización, el público eligió su lugar preferido para apreciar desde diferentes alturas y ángulos el paso que fue muy divertido y novedoso.