El Plan Municipal de Lectura de Capital sigue en expansión. Surgió para fomentar el hábito de leer entre los alumnos de las escuelas primarias del departamento. Ahora llegará hasta a los abuelos que no sólo recibirán gratis la Mochila Viajera, cargada con 40 libros, sino que además contarán con un espacio físico donde reunirse a leer. Ayer se hizo la puesta en marcha de este programa, a cargo del Museo de la Memoria Urbana, con la entrega de las primeras 25 mochilas de las 50 que repartirán. Fue en la Estación San Martín con la participación de alumnos de algunas de Capital.
Tanto los adultos mayores que se encuentran en los geriátricos
privados como los que residen en el Hogar de Ancianos recibirán una mochila viajera para disfrutar de la lectura. Y en su caso, la modalidad del programa será igual que en el caso de los niños. La mochila contendrá 40 obras literarias con temas de interés para esta franja etaria y quedarán en cada lugar por dos meses para luego rotar a otro.
Esta expansión del plan también está pensada para los adultos mayores que no están en ninguna institución y que estén interesados en compartir la lectura. ’Todos los miércoles a la siesta, los abuelos podrán venir al Museo de la Memoria Urbana para leer. Acá también van a tener literatura de interés para su edad y la posibilidad de debatir sobre lo leído’, dijo Mary Mancilla, directora del Museo.
Mancilla adelantó que en unos días también se lanzará el proyecto ’Banco de horas’, que buscará sumar voluntarios dispuestos a donar unas horas de su tiempo para leerle a los abuelos que no pueden hacerlo.
En sus comienzos, el Plan Municipal de Lectura estuvo destinado a alumnos primarios de las escuelas de Capital exclusivamente. Luego llegó a las bibliotecas populares y uniones vecinales del departamento. Hasta que traspasó los límites de Capital. Las mochilas viajeras llegaron a escuelas primarias de Rawson, Pocito y Ullum. Pero eso no fue todo. A partir del 2010, este plan también incluyó a las amas de casa que podían acceder a una de las mochilas en la biblioteca o unión vecinal de su barrio.
Hasta el momento, más de 11.000 chicos ya tuvieron acceso a las mochilas viajeras. ’Mientras más chicos y participen del plan mucho mejor porque la lectura es un alimento para el alma. Por eso incorporamos también a los abuelos’, dijo Mancilla.
En el 2007 el Plan Municipal de Lectura fue distinguido por el gobierno Nacional por su impulso innovador a la cultura local.
