Leer es inferir y anticipar a partir del texto y de los propios conocimientos, el sentido de cada parte y su relación con el todo. Es entrar en diálogo con quien escribe descubriendo otros mundos. La lectura y la escritura son herramientas para desplegar, organizar y materializar el pensamiento y la creatividad. El aprender a leer y ejercitarlo como actividad social se da primero con los padres, la familia; luego con los maestros y bibliotecarios al igual que con los pares en el rol de orientadores o mediadores de la lectura.
Los libros permiten cimentar en las personas las bases de la reflexión, del espíritu crítico, del juicio estético, ético y cívico. Hay libros que en el transcurso de nuestra vida marcan y dejan huellas hondas en nuestra personalidad. Voy a referirme a uno en particular.
Recuerdo aquella vez que me regalaron "mi primer libro”. Mi bisabuelo al cobrar la jubilación solía hacernos regalos a mi hermana y a mí. Las bisnietas "preferidas”. El libro se llamaba "Páginas para mí”. Es la historia de los hermanos Ana, Tomás, sus papás, la Tía Nora y sus compinches: el perro Pelusa y el gato Mustafá. Es un libro escrito por Zulema Cukier, Rosa María Rey y Beatriz Tornadú editado por Aique en la década del 70.
Recuerdo y rememoro aquellas tardes en que solía leerle a mi hermana, pues soy la mayor, esta narración tan colorida, tierna y dulce; los dibujos, las cartas y las efemérides que agrandaban mi imaginación.
Mi bisabuelo se llamaba Giuseppe Marrello Presta, inmigrante del sur italiano, nacido en Paterno Calabro, provincia de Cosenza en 1896 y que llegó a la Argentina en 1926 en un barco a vapor huyendo del hambre y la pobreza. Giuseppe se naturalizó argentino y comenzó a llamarse José; y, para sus bisnietas fue el "Abuelo Chiquito”. ¡Qué emoción eran sus viajes a la ciudad cada vez que cobraba su jubilación! Solía traernos paquetes de galletas Manon o Lincoln, pero en cierta ocasión fue un libro.
Mi bisabuelo participó en la Primera Guerra Mundial junto a sus hermanos Juan y Rafael. Al terminar la guerra y buscando mejores horizontes, siguió los pasos de su hermano Juan en Argentina, instalándose en la finca "Blan Polony” en Pocito, San Juan. Con el dinero de su primer año de trabajo como agricultor trajo a su esposa María Ángela y su pequeña hija Adelina, de Italia. Aquí tuvo más descendencia y más oportunidades.
Con el tiempo, la Embajada de Italia lo condecoró por haber servido a su país en aquella terrible guerra que lo marcaron para siempre. Solía sentarse en el patio a escribir en su dialecto en diferentes libretas y mapas de Italia, recordando fechas y nombres familiares, asustado del atardecer por recordar en su mente las bombas y el estruendo de la muerte.
A cada uno de sus bisnietos nos puso sobrenombres italianos. Murió de infarto en la ciudad justamente el día que cobraba la jubilación, el 29 de abril de 1983.
La lectura es el proceso de recuperación y comprensión de algún tipo de información o ideas almacenadas en un soporte y transmitidas mediante el lenguaje. La lectura no es una actividad neutra. El lector pone en juego una serie de relaciones complejas con el texto. Abrir y releer "Páginas para mi” hizo añorar aquella niñez tierna y hermosa donde mis seres queridos aún estaban conmigo.
Actualmente soy bibliotecaria y trabajo custodiando y atesorando libros. En esta ocasión rememoro a mi bisabuelo José, a mi abuela Mercedes y a mi papá Juan Vicente con un amor incondicional y la certeza de que pronto nos veremos de nuevo.
