Los 33 mineros atrapados 700 metros bajo tierra en el desierto chileno de Atacama, que todavía no saben con precisión que el rescate tardará tres o cuatro meses, pidieron ayer casi suplicantes al presidente Sebastián Piñera que los saquen pronto del "infierno" en que están ya que "necesitan salir lo antes posible". Además revelaron que el día del derrumbe "fue espantoso", ya que por horas no sabían lo que estaba ocurriendo por la nube de polvo que los cubría
"Nosotros, que estamos aquí en la mina, bajo un mar de roca, estamos esperando que todo Chile haga fuerza para que nos puedan sacar de este infierno", dijo Luis Urzúa, uno de los 33 mineros, al iniciar una conversación telefónica con el presidente de Chile, Sebatián Piñera, según difundió la televisión chilena.
"Sé que ha sido un infierno, pero es un infierno que le ha significado a todo nuestro país una resurrección en el ánimo, en la fuerza, en la esperanza. Ustedes nos han dado un ejemplo", respondió Piñera, alabando la disciplina y entereza de los trabajadores.
Los mineros pidieron también a Piñera "una copa de vino" para celebrar el Bicentenario de la Independencia de Chile el 18 de septiembre.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich dijo que aún no se les informó con precisión el tiempo que demorará el rescate, al señalar que "vamos a ir explicándoles paso a paso en qué estamos, habrá un espacio de incertidumbre muy grande para ellos".
Las razones para ocultarles parte de la verdad sobre que el rescate duraría hasta fin de año es para evitar "desmoralizarlos", dijo Mañalich, mientras que el ministro de Minería, Laurence Golborne ha dicho que deben "mantenerlos bien en términos psicológicos y no darles falsas expectativas de que el rescate será pronto".
Después de haber sobrevivido al fuego y a condiciones de vida degradadas en la estación espacial rusa Mir en 1997, el ex astronauta de la NASA Jerry Linenger conoce mejor que nadie qué es lo que están atravesando.
"El peor error que uno puede cometer es prometer demasiado", dijo Linenger. "En mi caso, saber que la nave espacial llegaba en tres meses fue suficiente. Psicológicamente, uno necesita saber el punto final", apuntó.
"La clave es no decir que va a tomar dos meses cuando va a demorar cuatro. Uno puede ajustarse a un largo recorrido siempre y cuando no lo haga dos veces", señaló el ex astronauta.
Linenger indicó que el hecho de que hayan trabajado metódicamente bajo dificultades, encontrando agua y racionando la poca comida que tenían, muestra que ya están en el camino correcto.
Sopa concentrada
Ayer, los mineros comenzaron a alimentarse con sopa concentrada sabor a chocolate y se estima que perdieron diez kilos, bajo tierra, donde no tienen noción del tiempo y soportan temperaturas de 36 grados.
A través de la sonda, recibieron latas de sopa concentrada con sabor a chocolate y frambuesa, que fue su primera comida, desde que quedaron atrapados a 700 metros bajo tierra, el 5 de agosto pasado.
Las latas tienen 400 centímetros cúbicos cada una y debieron beberlas lentamente de a 100 centímetros cúbicos cada seis horas, con sorbos de bebida rehidratante, informó la edición on line del diario La Tercera.
El ministro de Salud chileno, Jaime Mañalich, estimó que los trabajadores perdieron entre ocho a 10 kilos de peso, por eso, en una primera etapa lo que se busca es recuperarlos físicamente.
Para lograr ese objetivo se les suministrarán 1.500 calorías diarias, aunque se está preparando una dieta especial para cada uno, de acuerdo con sus necesidades nutricionales.
Luego, se evaluará el envío de alimentos sólidos, lo que podría ser dentro de cuatro días.
En los próximos días se les enviarán naipes, lápices, música, además de una cámara de video, para que puedan grabar mensajes a sus familiares.
