Cuando hace algunos años los padres insistían con que había que terminar el secundario para "ser alguien" en la vida, sin dudas no estaban errados. No sólo para continuar una carrera terciaria o universitaria, sino que ahora hay que tenerlo hasta como condición indispensable para ser nombrado como personal de planta permanente en el Estado, esto sin contar que los años enseñan a que las materias pendientes en la vida hay que hacerlas para satisfacción personal y hasta para ejemplo de los propios hijos. Dicen los que pasaron por esta experiencia que los círculos "se van cerrando y permiten continuar con nuevas etapas”.
Si bien los adultos han tenido siempre la oportunidad de terminar la etapa del Secundario en los denominados Cens (Centros Educativos de Nivel Secundario) cuyo programa contempla 3 años de estudio con cursado nocturno, exclusivo para mayores de 18 años, las cosas se complicaban para alguien que seguramente ya tenía a esta altura de la vida, familia a cargo y exigencias laborales que cumplir, con la obligatoriedad de respetar horarios estrictos de cursado y tantas materias como el plan de estudio indicaba. En cambio ahora, la propuesta pedagógica que surgió hace menos de 4 años en el país de la mano del plan FinEs (1 y 2, según el caso de cada interesado), facilita el estudio en todo sentido ya que cuenta con menor cantidad de materias, profesores tutores que guían casi en forma personal al alumno y dos módulos trimestrales que suman 6 en total y clases semipresenciales.
Por cualquiera de estas modalidades, ya hay cientos de personas que ya han obtenidos sus certificaciones de la escuela secundaria en San Juan (ver La oferta educativa). La novedad es que este año, también deberán responder a un nuevo desafío como son todos aquellos empleados públicos contratados que en masa recurrirán a los planes que ofrece el Ministerio de Educación para cumplir con el requisito de tener el título del nivel secundario completo para poder quedar en planta permanente, tal cuál figura en la normativa sobre "Modernización del Estado”.
Hasta el momento, según un sondeo realizado por la Secretaría de Gestión Pública sobre una muestra representativa de 800 contratados, se determinó que el 3 por ciento no ha terminado la escuela primaria y el 7 por ciento no culminó la secundaria, aunque aún resta obtener la documentación respaldatoria de lo declarado por lo empleados y transmitido por los jefes de área para este fin. Si esa cifra se extrapola a los más 4 mil contratados que tiene el Estado provincial a la fecha surge el dato de que serían aproximadamente unos 500 empleados los que deberán cumplir con este requisito, según informaron Horacio Cao y Gustavo Sacks, funcionarios de Gestión Pública. Este dato resulta contundente al momento de pensar en que esa cantidad deberá ingresar al sistema si aspira a quedar en planta permanente.
A la posibilidad de estabilidad, se suma un incentivo más: que el Estado paga por título secundario entre 150 y 200 pesos, como item en el sueldo.
"En estos momentos estamos trabajando en conocer en mayor detalle la realidad de cada empleado público. De todos modos, si el número es de 500 personas, tal cual resulta del primer sondeo, no es un número al que no se le pueda dar respuesta. El Ministerio de Educación tiene todas las herramientas a disposición y el sistema aceitado como para responder a esta necesidad”, coincidieron los funcionarios consultados. De todos modos, al día de hoy todavía no se define como se aplicará el sistema educativo en estos casos ni otros detalles.
La oferta educativa
"La terminalidad educativa siempre ha sido importante en la Argentina, aunque en los últimos años ha cobrado un relevamiento fundamental. De hecho, con la primer ley de educación, sancionada en 1884, ya se hablaba de la educación de adultos fomentando la alfabetización de los inmigrantes. Distintas leyes contemplaron, de diversas maneras, la educación de los adultos pero el mayor incentivo fue recién con la Ley Nacional de Educación, sancionada y promulgada en el 2006, cuando se estableció la obligatoriedad del nivel secundario ", explicó Marta Forlani desde la Dirección de Adultos.
Quizás sea por este contexto que las opciones se han multiplicado de tal manera que resulta cada vez más fácil acercarse al añorado título secundario pendiente, ya sea por necesidad o por satisfacción personal. Una de ellas es el plan Plan FinEs 1, al que se pueden sumar todas aquellas personas con quinto año cursado pero que adeudan materias (no importa la cantidad). Esta propuesta pedagógica fue implementada en octubre de 2008, período en el que se inscribieron 2.500 personas y egresaron 264 alumnos, aunque vale consignar que en esa oportunidad tuvieron solo una fecha de examen. Hasta ahora los egresados llegan a 1.138 en total, una cifra bastante apreciable. Además para este ciclo ya hay alrededor de 150 nuevos inscriptos que comenzarán a estudiar en abril próximo cuando se especula que inicie el ciclo lectivo 2012.
La segunda opción es el Plan FinEs 2, destinado a aquellas personas que tienen primero y segundo año completo de la secundaria. En este caso la modalidad es semipresencial y está divido en seis módulos. En los dos primeros se dicta Lengua, Matemática; en el segundo Ciencias Sociales y Ciencias Naturales, y en el tercero Inglés y TIC’s.
Esta propuesto comenzó a ponerse en marcha a fines de 2009 con 520 inscriptos de los cuales egresaron 464, un verdadero éxito debido al alto porcentaje de efectividad. Se estima que este plan contemplará a buena parte de los empleados públicos.
A este número se deben agregar los títulos entregados a través de convenios realizados con distintas entidades como UPCN cuyos agremiados estudiaron en el Centro Cívico y lograron recibirse 50 personas; en el Hospital Guillermo Rawson, 24 empleados; en el Servicio Penitenciario 10 agentes; en el RIM 22, 14 suboficiales, y en la Biblioteca Popular Sur de Rawson 22 alumnos más.
Un dato interesante, según las estadísticas que analiza Alejandra Manrique de la Unidad Técnica Provincial del Plan FinEs, es que la mayoría de los estudiantes son mujeres, especialmente amas de casa, que en su momento dejaron de estudiar por diferentes motivos, pero sobre todo por un embarazo que no les permitió terminar con los estudios.
Un apartado especial merecen los policías y mineros ya que estos grupos cuentan con un régimen especial debido al lugar de trabajo de los primeros y los horarios de los segundos.
"Un hallazgo con que nos encontramos cuando se lanzaron estos planes es que la mayoría adeudaba entre 5 y 6 materias del secundario. Por eso que la gente egrese, siendo adulto, después de 20 y hasta 30 años de haber abandonado sus estudios, es un gran logro”, define Manrique que aclaró que se está evaluando la posibilidad de abrir más espacios de estudios en los lugares alejados.
Vale aclarar que a la par de estos planes dependientes de la Nación, coexiste el sistema pedagógico implementado desde hace años en los denominados Cens en los que se hace el nivel secundario en tres años en horarios nocturnos para facilitar el cursado, ya que allí pueden asistir incluso las personas que nunca comenzaron el nivel medio. En esta opción no hay números concretos debido a que se trata de una propuesta que tiene muchísimos años de vigencia.
