Buenos Aires, 30 de marzo.- "Yo lo siento como un arrebato. Alguien decidió por ella, ella no quería irse". Así definió Adriana Belmonte la brusca muerte de su hija, Lola Chomnalez. La mujer intentó mantenerse fuerte mientras daba sus declaraciones, pero terminó quebrándose. La joven fue asesinada hace 3 meses en Uruguay y enterrada en la playa. El crimen aún no tiene culpables.

Durante las primeras declaraciones que Belmonte dio después de que su hija fuera encontrada muerta, dijo que "estoy tratando de poder salir, no estar pensando sólo en Lola, estoy tratando de eso". Y agregó que “hoy más bronca y odio siento mucho dolor; dolor del alma y físico". A la vez que pidió que su hija sea recordada "alegre, con felicidad y con luz".

En cuanto a la joven, Adriana comentó que era la primera vez que la dejaban viajar sola y que les costó tomar esa decisión. Remarcó, en varias oportunidades que, Lola "es un legado de luz que no nos abandona".

Por su parte, el papá, Diego Chomnalez, dijo que están "devastados por la manera de lo que pasó; por el arrebato, por la ferocidad, por lo inesperado".

"Tratamos de inventar el día a día, nos apoyamos el uno al otro. Son muy pocos los momentos en los que nos venimos a bajo, pero no tengo consuelo", remarcó.